Este lunes, 30 de enero, se conmemora en todo el mundo el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, una celebración instaurada por Unicef coincidiendo con el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi (India, 1869-1948), un icono de la no violencia, del pacifismo. La iniciativa global pone de relieve el compromiso de los centros educativos como defensores de la paz y el entendimiento entre personas de distinta procedencia y modos de pensar. “Una educación inspirada en una cultura de no violencia y paz permite a nuestro alumnado adquirir conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas”, explica Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
ERNESTO RODRÍGUEZ ABAD Y VÍCTOR JAUBERT
Esa misma idea de empatía, tolerancia, pacifismo y reflexión es la que se muestra en las páginas de El rey que bordaba estrellas, una publicación del sello canario Diego Pun Ediciones con textos de Ernesto Rodríguez Abad e ilustraciones de Víctor Jaubert. “El mensaje del cuento es tan claro como profundo -apuntan desde la editorial tinerfeña-: el rey más afortunado es el más rico en palabras. Las historias nos enriquecen”.
Estamos, en todo caso, ante un monarca nada convencional, al margen de cualquier estereotipo acerca de la monarquía y alejado de los cánones de masculinidad que han caracterizado a muchos de los textos infantiles. “Lo define una aguja, no una espada. Lo caracteriza una máquina de coser, no un tanque de guerra. La vida es su lema, no la muerte”. Y así, la obra nos plantea una idea de lo que es el poder, de la posición ante la guerra y de la manera de mostrarse a la sociedad sin miedo a hacer lo que nos gusta, sin problemas a la hora de enseñar nuestras ideas.
LAS PALABRAS
“En un cielo borrascoso como el que nos envuelve y rodea, este rey sin ambiciones y carente de vanidad ha decidido luchar por la palabra, por el diálogo, por la paz”, señalan en Diego Pun Ediciones. Y es que en este cuento, al menos en principio, nadie entiende a un rey que borda hermosos cielos estrellados para sus súbditos. Su deseo es hacer felices a los que viven en su país. Otros monarcas hacen la guerra, tienen tesoros y aman el lujo. Sin embargo, “cada noche brillan palabras en las estrellas y todos salen a disfrutarlas”.
El rey que bordaba estrellas es un álbum para pensar, para reflexionar sobre el poder y la ambición de los seres humanos. El texto y las imágenes se sitúan al margen de muchos libros que se dirigen a los más jóvenes y muestran un camino que les acerca a los otros.
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