gastronomía

Los vinos de Tenerife sorprenden un año más en Madrid Fusión

El Cabildo de Tenerife inauguró ayer The Wine Edition con Borrón y cuenta nueva, Artífice Vidueños, Los Loros, Origen 1989 , Viña Norte y Suertes del Marqués

Los vinos de Tenerife siguen acaparando el interés de los asistentes a The Wine Edición en Madrid Fusión como demostró la cata inaugural que tuvo que colgar el cartel de lleno. El Cabildo de Tenerife, que preside Pedro Martín, ha organizado esta cata para potenciar el valor de las bodegas, promocionarlas y darlas a conocer fuera de nuestro territorio. Martín señaló que la isla “no puede competir en cantidad pero sí en calidad y en diversidad”, como queda demostrado en esta selección de vinos singulares.

Seis bodegas que se corresponden con las seis Denominaciones de Origen que operan en las Islas fueron las encargadas de mostrar un producto que nace del esfuerzo en paisajes heroicos y volcánicos. Allí acudieron Angela Delgado, de la bodega Lacasmi, de la DO Abona, quien presentó su Borrón y cuenta nueva, un malvasía aromática 2021, cuyo nombre ya indica una evolución para realizar esta joya enológica que sale al mercado en botellas numeradas y con una corta producción.

A continuación, Juan Francisco Fariña, de la bodega Los Loros, acogida a la DO del Valle de Güímar, dio a conocer su listán blanco de la cosecha 2022 que nos asegura una buena evolución y en consecuencia, el rejuvenecimiento del sector vitivinícola en la isla.

Otro blanco fue escogido por Borja Pérez, viticultor de Ycoden-Daute-Isora, que se elabora con albillo criollo, gual, marmajuelo, forastera gomera y listán blanco, que es “un proyecto por y para los viticultores de la isla” y en contraposición a la tradicional listán. Vinos que buscan la evolución en botella y cargados de tensión.

Francisco Borja de Mesa, gerente de El Lomo, presentó un tinto que bien podría ser un homenaje al fundador de esta bodega Félix Rodríguez, fallecido en noviembre. Se trata de Origen 1989, que se enmarca en el proyecto de vinos con nombre propio y que sale al mercado con una producción de unas 1.600 botellas. Aquí hay listán negro, vijariego negro y castellana.

Viña Norte tinto selección sostenible, de la DO Tacoronte Acentejo, fue la elección que realizó Yaiza Álvarez, de Bodegas Insulares de Tenerife, que se elabora con listán negro (60%), negramoll (30%), y el resto mezcla de variedades. Bodega Insulares nació como un proyecto del Cabildo de Tenerife en los años 90 para evitar el abandono de los viñedos y se constituyó en una empresa, dijo Álvarez, con alma corporativa para atender estas microparcelas con economías muy familiares. Como ejemplo cita que incluso se atienden hasta cajas de 20 kilos con uvas o se desarrolla una app para que los agricultores puedan llevar sus cuentas.

El último en intervenir fue Jonatan García, de Suertes del Marqués, bodega de la DO Valle de La Orotava que acudió con Los Pasitos, monovarietal de baboso negro, que se trabaja en ecológico y que son vinos para repetir, muy frescos y agradables, muy buena acidez y con un potencial increíble para envejecer.

La chef Diana Marcelino pastorea con el cabrito por toda la isla

Diana Marcelino, chef de El Secreto de Chimiche, pastoreó con el cabrito por la isla de Tenerife para demostrar al público de Madrid Fusión la versatilidad de una carne que empleó desde el aperitivo hasta el postre. La chef abrió el pastoreo en Granadilla con una ensalada que acompañaba una butifarra elaborada con la carne del cuello y el beletén, la primera leche de la cabra recién parida.

De allí, Diana Marcelino nos trasladó al macizo de Anaga para degustar la paletilla del cabrito en un semicrudo con pepinillos, cebollas encurtidas, ñame en diferentes texturas y envuelto en un crujiente de batata a modo de sandwich. El siguiente paso fue el Valle de Güímar, donde elaboró un costillar a baja temperatura con un sofrito con los interiores del cabrito.

En el Parque Rural de Teno Diana Marcelino hizo un guiño a los platos de condumio con la pierna del cabrito y un cremoso de judías picantito. Y el pastoreo tenía que terminar en El Teide con un crumble de gofio, miel y almendras; un bizcocho de hierbas aromáticas y un dulce de calabaza con calostro que completaba un helado de queso de cabra.

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