El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los más temidos debido a las cifras que lo acompañan: no es de los más comunes, pero sí uno de los que más fallecimientos provocan. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el año 2023 podrían llegar a diagnosticarse hasta 9.280 casos de este tumor en nuestro país y, por desgracia, su mortalidad se sitúa en el 83%. Por desgracia, los casos de este cáncer están aumentando en España desde hace unos años.
Por desgracia, en los últimos 25 años la incidencia del tumor de páncreas se ha duplicado prácticamente y se espera que en 2023 sea la segunda causa de mortalidad por cáncer, tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL. Mientras que la incidencia de algunos tumores es más abundante en un sexo que en otro, en el caso del cáncer de páncreas afecta más o menos igual a los hombres que a las mujeres. ¿Qué se puede hacer para reducir su mortalidad y, directamente, su aparición?
Si bien las causas por las que el cáncer de páncreas ha aumentado tanto en los últimos años no se conocen del todo, los expertos apuntan al envejecimiento de la población y a los hábitos insanos, y sobre todo al tabaquismo, como los principales culpables. Es decir, que la adherencia a una dieta saludable, a la realización de ejercicio físico de manera regular y, por supuesto, no fumar podría contribuir a registrar un menor número de casos. En cuanto a su mortalidad, es importante diagnosticar los casos lo antes posible.
Sin embargo, esta tarea no es tan fácil como puede parecer: los primeros síntomas del cáncer de páncreas suelen pasar desapercibidos y, por desgracia, más del 50% de los casos se detectan cuando se ha producido metástasis en otros órganos; en esos casos, la efectividad del tratamiento es menor. Según la Clínica Universidad de Navarra (CUN), los primeros síntomas que suelen percibirse son la pérdida de peso y la ictericia, que consiste en que la piel y las mucosas del cuerpo adquieren coloración amarilla.
De todas formas, los síntomas de cáncer de páncreas pueden variar en función de la zona del órgano en la que se produzcan. En la mayoría de los casos, los tumores aparecen en la cabeza del órgano y los síntomas que se perciben con más frecuencia son la ictericia, porque el cáncer invade pronto la vía biliar y se interrumpe la correcta segregación de bilis en el intestino, y los picores, producidos por la falta de sales biliares. También puede aparecer pérdida de apetito y de peso, orina oscura y heces blanquecinas y, además, en los síntomas recogidos por la CUN también registran dolor de espalda.
Pero no cualquier dolor de espalda. El que preocupa a los especialistas en este cáncer es el que se produce a la altura del estómago más o menos: “Los tumores localizados en la cola del páncreas pueden crecer lentamente y no provocar sintomatología excepto, muchas veces, un dolor, a veces de espalda, en forma de cinturón”, cuenta José Ignacio Martín Valadés, jefe de la sección de Tumores Digestivos del MD Anderson Cancer Center de Madrid en esta entrevista para EL ESPAÑOL.