El XXXIX Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) se dispone a brindar sus últimos conciertos, contando hoy viernes en el Auditorio de Tenerife con la Scottish Chamber Orchestra. El broche final de las 60 actuaciones programadas lo ofrecerá el día 11 en Tenerife la Sinfónica de Kiev. En un intenso mes musical, que se inició el 12 de enero en el Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria con la BBC Philharmonic, la cita anual no ha dejado de sorprender al público de todas las islas, cosechando un aval que la posiciona en el pódium del mayor reconocimiento.
Han sido múltiples los grandes momentos vividos en las diferentes propuestas, que han llegado a bordear lo sublime y han merecido el aplauso intenso del público, que a su vez llena casi en su totalidad los auditorios y otros espacios, con referencia singular a las catedrales canarias. Destaca el notable incremento en el auditorio tinerfeño y la alta y creciente presencia de gente joven.
AMPLIACIÓN DE LA PANORÁMICA MUSICAL
Entre los múltiples méritos que se ha ido ganando a pulso el festival de música, correspondientes tanto al director del FIMC, Jorge Perdigón, como a su activo equipo, citamos la acertada y valiente decisión de ofrecer un campo mayor en el programa, con repertorios y autores que no se habían programado hasta la fecha y con la participación de orquestas y solistas a los que no habíamos tenido oportunidad de tener en el ya amplio y para muchos envidiable historial de la gran cita musical del invierno europeo.
El Festival Internacional de Música de Canarias avanzó disfrutando de los logros conquistados al superar los duros efectos de la pandemia del coronavirus. Dio cuenta de ello con sentidas palabras Mario Marzo, que, junto a Pallavi Mahidhara, ofreció el Concierto para dos pianos y orquesta en Re menor, FP 61, de Francis Poulenc, con la Sinfónica de Tenerife, dirigida por Michael Boder, en un programa de meritorio acierto que quedó en suspenso en la anterior edición al verse afectados por la COVID-19 un amplio número de músicos de la OST.
Uno de los hitos de esta edición fue la Orquesta y Coro Barroco de Ámsterdam, con Ton Koopman al frente, que ofreció un concierto en la Catedral de La Laguna, con gran afluencia de público, en el que se rindió un merecido honor a Bach, con la Misa en Si menor y un insuperable virtuosismo. En la Concepción lagunera, las voces de Gabrieli Consort, con Paul McCreesh, cautivaron a los asistentes, con un cuidado repertorio en honor a la Virgen que, en respuesta a la atención y aplausos del público, concluyó con un emotivo regalo, nuestro Arrorró.
DUCATENZEILER
Desde el 13 de enero en Tenerife, con la BBC Philharmonic dirigida por Juanjo Mena, el FIMC no ha cesado de regalar aciertos. Mención especial merece el apoyo documental del musicólogo Ricardo Ducatenzeiler, que antes de cada concierto de abono ha ofrecido una charla sobre el programa que minutos más tarde se escuchó.
Su análisis de las obras, con el apoyo de selectas grabaciones, ha generado un mayor apego a los programas. El pasado martes los asistentes nos vimos sorprendidos por la afable visita del director Andrés Orozco-Estrada, que con la Chamber Orchestra of Europe ofrecería uno de los momentos más sublimes del festival, entregando, con íntimo y sorprendente acierto, dos sinfonías y un concierto para piano de Mozart y la Cuarta de Beethoven. La agilidad y el entusiasmo vital del genial director realzaron las palabras de Ducatenzeiler.
Hoy, antes del concierto que ofrecerá la Scottish Chamber Orchestra, dirigida por el ruso Maxim Emelyanychev, es probable que contemos con la participación de la compositora canaria Laura Vega, en cuya obra Luz, amor y éxtasis participará el guitarrista Pablo Sainz-Villegas. Las charlas, que se ven asistidas por el público llenando el aforo, cuentan con el respaldo de la Fundación DISA.
Las actuaciones ofrecidas por la Sinfónica de Bamberg, con la moldava Patricia Kopatchinskaja y su siempre elevado carácter creativo en el violín, que demostró con uno de los conciertos de Stravinsky; la del Maggio Musicale Fiorentino, con el barítono Thomas Hampson y la dirección de Ingo Metzmacher, o la del Cuarteto Casals, que en su 25 aniversario recreó a Haydn, Shostakovich y Shubert en el Teatro Leal, confirman la solidez de la muestra, que en expresión sublime también reveló la Filarmónica de Gran Canaria, con Karel Mark Chichon y la mezzosoprano Elina Garanca, sorprendiéndonos tras ofrecer la obertura de Rienzi, de Wagner, y la Sinfonía nº 1 en Re mayor, Titán, de Mahler, con la interpretación que los músicos hicieron a capela del Ave Verum, el simpar motete mozartiano que simboliza el deseo de paz evocado desde la música, ajena a conflictos, y sabedores de que en los pliegues de las partituras navega el espíritu de concordia que ha de prevalecer sobre cualquier intento de imposición y afán de dominio.
‘LA PAZ VENCE A LA GUERRA’
El FIMC finaliza el próximo día 11 con la orquesta sinfónica de la capital ucraniana y un conjunto de obras que destacan el espíritu de ese pueblo, con sus compositores Berezovsky, Glière y Liatoshinski. De ese último, se interpretará la Sinfonía nº 3, La Paz vence a la Guerra, contando con la arpista Catrin Mair Williams, solista de la Filarmónica de Gran Canaria, y la dirección del italiano Luigi Gaggero.
En su vertiente En Paralelo, el festival ha llegado a todas las islas e igualmente nos ha sorprendido por la acertada atención a los grupos y músicos del Archipiélago: El Afecto Ilustrado, con Adrián Linares; Yul Ballesteros, con Islazz; Consonancias, de Canary Guitar Quartet y Timples y Otras Pequeñas Guitarras del Mundo; Desconcerto, con Jordi Purtí, y Satierismos, a cargo de la Gran Canaria Big Band, dirigida por Chano Gil.
Partiendo del grato cúmulo de aciertos que se han dado, nos aventuramos a decir que, en enero de 2024, la cuadragésima edición va a marcar un antes y un después en el devenir de este encuentro, que, superando obstáculos, se ha posicionado con solidez en un lugar de referencia envidiable.