La Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias y el Institut Français en España ofrecerán del 7 al 28 de marzo un Ciclo de cine africano en la sede de la primera de estas entidades, que se encuentra en el número 18 de la calle de San Agustín, en La Laguna. En concreto, cada martes del próximo mes, a partir de las 19.00 horas, se exhibirá un largometraje en versión original con subtítulos en castellano. La asistencia a las proyecciones es de carácter gratuito, con aforo limitado.
Tal y como señalan desde la Fundación Cristino de Vera, el cine africano es un gran desconocido para la mirada occidental. “La imagen que tenemos de África, lamentablemente -ponen de relieve-, no proviene de África, son imágenes generadas por los occidentales, que no se corresponden con la realidad del continente”.
En un reciente ensayo, el productor nigeriano Dayo Ogunyemi reflexionó sobre el poder del cine africano para contribuir a impulsar el desarrollo de sus países: “Nadie mejor que los cineastas de cada territorio para contar sus propias historias, sean realistas o no”. A través del cine, el creador africano conecta con el espectador y comparte su reflexión sobre lo que acontece en su entorno, en África y en el mundo.
LAS PELÍCULAS
El ciclo se inicia el 7 de marzo con Keteke, una cinta de 2017 firmada por el cineasta ghanés Peter Sedufia. El siguiente martes se podrá contemplar Maki’la, estrenada en 2018, de la cineasta congoleña Machérie Ekwa Bahango. El tercer título de esta propuesta, que se exhibirá el día 21, es Un fils, un film de 2020 del realizador tunecino Mehdi Barsaoui. La clausura de la programación, el 28 marzo, la protagoniza Soula, que el argelino Salah Issaad estrenó en 2021.
“Si bien, en los inicios del cine africano, en la década de los 50 del siglo pasado, se mostraban realidades del continente, como la búsqueda de identidad, los conflictos generacionales, las dificultades de desempleo, la precariedad de la vida, entre otras -exponen desde la Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias-, en los últimos años asistimos a un interés por otros géneros, formatos, temas y estilos, siempre en busca de la calidad artística”. “Este hecho, fundamentalmente, ha dado lugar al nacimiento de una nueva generación de cineastas que se siente parte del mundo en el que habita. Esta nueva generación nos permite sentir el latir de millones de historias que ponen cara a sus realidades”, añaden.
“Esta nueva propuesta permitirá adentrarnos en la industria cinematográfica africana, una gran desconocida para el resto del mundo, y situarla en un lugar destacado dentro del panorama internacional”, concluyen desde la fundación.