Philip Morris alcanzó el año pasado el 40% de representación femenina en sus puestos de directivos. De hecho, la compañía ha sido certificada un año más por la fundación Equal-Salary por su apuesta por la igualdad de remuneración en los más de 90 países en los que opera. Carmina Fusté forma parte de este 40% de mujeres que dentro de la multinacional han roto ese techo de cristal. Comenzó en Philip Morris International hace 22 años como vendedora y ha ido ocupando diferentes posiciones hasta llegar a cargos de alta responsabilidad como el de directora general en Canarias. Asegura que no le costó nada coger las maletas y venirse a Canarias. “Cuando le dije a mi marido que me mandaban a las Islas, ya estaba haciendo las maletas”.
-Permítame la licencia nada más empezar, pero ¿hay alguien en Philip Morris que conozca tanto la compañía como usted? Entró como vendedora hace 22 años.
“Media vida porque tengo 46 años… Me licencié en Derecho por la Universidad de Navarra, pero no estaba muy convencida de ejercer e hice un Máster en Administración de Empresas del IE Business School. Nada más acabar entré como vendedora visitando estancos en Philip Morris y así he ido ocupando diferentes posiciones hasta llegar a cargos de alta responsabilidad como esta dirección general que asumí en febrero”.
-Empezó desde abajo en la empresa, pero ¿no estanca estar siempre en el mismo sitio?
“Para nada. Me he movido muchísimo. Ya había estado en Canarias y he ocupado puestos relevantes en áreas de márketing y ventas en Suiza y Francia. Esto, le puedo asegurar, que me da una visión de 360 grados del mundo empresarial. Es una apuesta de la compañía por invertir en talento, es decir, en aquellas personas que tienen capacidad y disponibilidad por hacer más, pues exponerlas a mercados distintos para que desarrollen una visión más global. Y en mi caso concreto, pues una apuesta por el talento femenino”.
-¿Han cambiado mucho las cosas en este aspecto en los 22 años que lleva trabajando en Philip Morris?
“Mucho, a nivel interno y a nivel externo también. Al final lo que ha pasado es que la compañía se ha dado cuenta de que con la transformación que estamos sufriendo lo importante es tener equipos diversos, porque un equipo diverso es, sin duda, un equipo ganador. Por eso le digo, que parte de nuestra transformación ha sido esa clara apuesta por el talento femenino y la base es que a todo el mundo hay que remunerarle por igual, independientemente del genero”.
-Precisamente la fundación Equal-Salary ha vuelto a certificar a Philip Morris por su apuesta por la igualdad en la remuneración.
“Claro, porque el objetivo no es solo que la mujer llegue a puestos directivos, sino que lo haga en las mismas condiciones que los hombres y sean remunerados por igual. Y eso, le aseguro, que Philip Morris se lo toma muy en serio. Como empleada para mí es muy importante que la compañía tenga en cuenta, para tomar cualquier decisión, el talento femenino y el masculino, y que valore la conciliación familiar. Para los traslados al extranjero te da facilidades para llevar a tu familia y si no puedes pues te permite ir y venir. En mi caso, lo podía haber hecho así, pero cuando le dije a mi marido que me mandaban a Canarias, ya estaba haciendo las maletas”.
-La conciliación es una gran barrera que frena muchas veces a la mujer a ocupar puestos de responsabilidad.
“Exacto. Pues Philip Morris tiene unas políticas de conciliación que nos permite mucha flexibilidad con el trabajo combinado en casa y en la oficina, con horarios flexibles… Mire y cuando hablo de conciliar hablo de tener una vida equilibrada, es decir, a salir del trabajo a una hora decente, poder dormir por las noches y pasar un buen fin de semana. Porque es que si yo no soy capaz de hacer esto, no voy a ser feliz, y si no soy feliz, es imposible que pueda hacer bien mi trabajo”.
-Y hablando de trabajo ¿cómo lleva la compañía la transformación?
“Pues mire, la transformación es ya una realidad. El 30% de los beneficios de Philip Morris ya vienen por ahí. La tecnología y los avances científicos han favorecido el desarrollo de productos sin humo que, sin ser inocuos, se posicionan como una mejor alternativa a los cigarrillos para los fumadores adultos que de otra manera continuarían fumando”.