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Pagó 2.500 euros a su extorsionador tras ir a casas de citas en Tenerife: “Amenazó con contárselo a mi esposa”

El juzgado de lo Penal número 1 de Santa Cruz de Tenerife acogerá esta semana el juicio contra un hombre acusado de extorsionar a otro que acudía a casas de citas en Tenerife, al que amenazó con "romperle las piernas" y con contárselo a su esposa
casas de citas en Tenerife
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El juzgado de lo Penal número 1 de Santa Cruz de Tenerife acogerá esta semana el juicio contra un hombre acusado de extorsionar a otro que acudía a casas de citas en Tenerife, al que amenazó con “romperle las piernas” y con contárselo a su esposa.

Para comprar su silencio, la víctima llegó a pagar 2.500 euros al acusado, que realizó sus amenazas mediante numerosos mensajes y llamadas telefónicas.

Tanto la Fiscalía como la acusación piden para el acusado tres años y medio de cárcel y la devolución del dinero.

El abogado de la víctima, sin embargo, discrepa del Ministerio Público al considerar que en vez de ser un solo delito de extorsión éste tendría carácter continuado.

Además, solicita que se le pague al denunciante los 2.500 euros abonados y otros 1.000 en concepto de indemnización por los daños morales causados, junto con los correspondientes intereses.

Los hechos se remontan al 8 de marzo de 2021, cuando el procesado, con el fin de conseguir este dinero, intimidó al denunciante mediante mensajes diciéndole que era empleado de varios pisos dedicados a la prostitución y que hacía tiempo que le había hecho perder el tiempo a una de las chicas, por lo que reclamaba 1.500 euros.

Como medio para intimidarlo le indicaba que su jefe era albanés y que estaba dispuesto a “romperle las piernas” si no pagaba.

Con la advertencia de que “el tiempo se acababa” le instó a que ese mismo día ingresara en una cuenta bancaria de la que el acusado era titular 1.500 euros.

“Ante esta situación y movido por la profunda preocupación que sentía” por los mensajes recibidos, el 8 de marzo realizó una primera transferencia por esa cantidad, se señala en el escrito de acusación.

Pero a las pocas horas el procesado volvió a llamarle para exigirle otro pago, esta vez por valor de 3.000 euros que debía ingresar en una cuenta diferente de la que también era titular.

Ante el nuevo requerimiento el hombre transfirió 1.000 euros, lo que no evitó que a continuación recibiera una nueva llamada para que ingresara los restantes 2.000.

Fue entonces cuando arreciaron las amenazas diciéndole que iría a su casa para romperle las piernas y que le diría a su esposa que acudía a estas casas de citas, entre otras expresiones similares.

Ante todo ello el amenazado sintió una gran preocupación y temor, por lo que decidió presentar la correspondiente denuncia, para lo que aportó los mensajes recibidos, registro de llamadas y recibos de los ingresos, entre otras pruebas.

El letrado y la Fiscalía han pedido que durante la vista declaren el perjudicado y el denunciado.

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