cultura

Eduardo Rojo y Franco D’Andrea bosquejan el siglo XX musical

El intérprete, profesor, arreglista y compositor de Icod de los Vinos ha escrito las partituras del nuevo disco del pianista italiano de ‘jazz’, publicado por el Parco della Musica de Roma
Tonino Battista, Franco D'Andrea y Eduardo Rojo. / DA

El sello discográfico del Parco della Musica de Roma ha publicado un álbum del pianista de jazz Franco D’Andrea, Sketches of the 20th Century. Se trata de una propuesta para pequeña orquesta y solistas. En la plasmación de este disco “muy poco común, ya que combina el estilo de improvisación interválica, libre y muy personal de D’Andrea con una escritura contemporánea para orquesta”, ha tenido mucho que ver un tinerfeño. Durante un año y medio, el pianista, profesor y compositor Eduardo Rojo González (Icod de los Vinos, 1979) trabajó en la escritura de la música, que toma “como principales influencias el jazz y la clásica del siglo XX, especialmente Anton Webern y la Segunda Escuela de Viena”, detalla el creador icodense.

La génesis de este proyecto hay que buscarla en 2016, cuando Eduardo Rojo gana el Bargajazz Contest, un certamen que se celebra en la Toscana, en la localidad de Barga, con un arreglo del tema de John Taylor Ambleside. “Al año siguiente -explica Rojo-, D’Andrea escuchó un arreglo que hice de su pieza A4+m2: “Me llamó la atención la capacidad que tenía para adentrarse en mi música con un conocimiento sensible, a pesar de la brecha generacional… Reprodujo mi estilo al piano de una manera absolutamente creíble y profunda”, argumenta el jazzista de Merano. A partir de ahí, el músico italiano se pone en contacto con el tinerfeño y ambos comienzan a trabajar en un nuevo proyecto.

Intérpretes de ‘jazz’ y de música clásica han confluido en el proyecto discográfico ‘Sketches of the 20th Century’. / DA

‘SKETCHES OF THE 20TH CENTURY’

Salvo Altalena y Six Bars, composiciones de D’Andrea que ha arreglado Eduardo Rojo para Sketches of the 20th Century, los temas del álbum son composiciones de ambos basadas en las ideas del italiano. “Franco me enviaba grabaciones improvisando libremente sobre regiones interválicas específicas, así es como las llama él -apunta el músico tinerfeño-, compuestas, en la mayoría de los casos, por dos intervalos, a veces incluso por uno, con sus respectivas inversiones”.

“De esas grabaciones -añade- extraía ideas muy específicas y breves, una pequeña frase, un groove, un motivo rítmico de tres o cuatro notas… y a partir de ahí desarrollaba la composición, creando texturas, atmósferas o melodías que sirvieran tanto de colchón como de inspiración para el desarrollo de la interacción de D’Andrea con los solistas y con la orquesta.

Los intérpretes han sido ocho músicos de jazz y otros tantos de clásica del Parco della Musica Contemporanea Ensemble, dirigidos por Tonino Battista. En el primer caso, se contó con tres saxos, dos trompetas, un trombón, un contrabajo y una batería. En el conjunto de músicos clásicos figuraron dos violines, una viola, un chelo, una flauta, un trombón bajo, un clarinete bajo y percusión.

“Intenté darles a los solistas la mayor libertad posible para que se expresaran sin restricciones. Las anotaciones consistían principalmente en pequeñas indicaciones en relación a la forma y las regiones interválicas sobre las que un determinado fragmento orquestal estaba basado. También integré la improvisación colectiva en la orquesta, o en algunos de sus integrantes, como en los temas Sketch 6-m2+M7 (new version) y Sketch 9-M2 (new version), donde los músicos clásicos interactúan con los solistas utilizando regiones interválicas específicas”, apostilla Rojo.

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