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La familia del Camel Trophy celebra el 30 aniversario del éxito canario en Sabah-Malasia

Los aventureros canarios vuelven a reunirse en Tenerife cinco años después y en esta ocasión para homenajear a Pico Zárate y Ellis Martín, ganadores del Espíritu de Equipo
La gran familia del Camel Trophy en Canarias, reunida en los montes de Tenerife / NORCHI

Casi 40 años después de la primera incursión de Canarias en el Camel Trophy, la competición de motor y aventura más conocida del mundo, y cinco años después del primer reencuentro en Tenerife, el sábado volvieron a verse la cara la gran familia de una competición-aventura que perduró hasta el año 2000 y que gracias a personas como Darío Cano, Fernando Lorenzo o Fran Perezte, por no nombrarlos a todos, se mantiene viva en la memoria de aquellos apasionados de los todoterrenos y aquellos que desearon recorrer inhóspitos lugares de nuestro planeta.

En esta ocasión, tras incursiones en Gran Canaria y La Palma, tras sortear la pandemia, el reencuentro en Tenerife, teniendo como sede el extraordinario pareja natural del hotel rural Don Leandro, en Las Lagunetas, sirvió como homenaje a Pico Zárate y Ellis Martín, la pareja que logró hace ahora 30 años el segundo trofeo de Espíritu de Equipo, cuando destacaron por su esmero en estar siempre con pico y pala para sortear el barrizal que se convirtió la edición en Sabah-Malasia, al norte de la isla de Borneo, la tercera más grande del mundo. Un ejemplo vivo del auténtico espíritu del Camel Trophy, trofeo que tres años antes en el lago Baikal (la URSS todavía) habían logrado Fernando Lorenzo y el granadillero Carlos Luengo.

El reencuentro también sirvió para homenajear al tinerfeño Eduardo Naval, quien nunca llegó a un evento, pero siempre destacó por su perseverancia en las pruebas de selección. Nadal volvió a correr este año el Dakar y fue el primer canario en terminarlo en moto cuando se disputaba en África.

En el encuentro estuvieron presentes igualmente otros participantes, aparte de las dos parejas ganadoras del Espíritu Camel, como Tomás Lorenzo y Micky Woolmington (Mundo Maya 95), Belén de la Fuente y Adolfo Suanzes (Kalimantan-Borneo 96), José Hernández (Tierra del Fuego 98), José Luis Hidalgo (Paraguay-Argentina-Chile 94) y Alejandro Montesdeoca (Tanzania-Burundi 91), así como algunos de aquellos periodistas que les acompañamos en la aventura.

Tras una suave ruta por las pistas forestales de la corona forestal del norte de la Isla, con cuatro de los vehículos bajo el diseño de Camel Trophy -dos de ellos auténticos-, se dio cuenta, las sesenta personas presentes, de un cochino de 62 kilos, de la granja de Micky Woolmington y el buen vino de la bodega Frontos, de Carlos Luengo. Por la noche llegaron los discursos, los homenajes y el goteo incesante de anécdotas desde mediados de los ochenta hasta el final del siglo pasado. Una manera de engrandecer una prueba donde por primera vez (Madagascar 87) la bandera canaria competía en el mundo del deporte y una manera de mantener vivo un vínculo que ahora se trata de agrandar con un museo (Fran Perezte) y un libro (Ayoze Magua) que se está cocinando con las historias que todos tenemos que contar.

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