El Gobierno de Canarias ha dado un salto importante durante este mandato en materia de Igualdad gracias a la directora general del ICI, Kika Fumero, y a la viceconsejera de Igualdad y Diversidad, Sylvia Jaén, ambas conocedoras y referentes en derechos del colectivo LGTBI y la igualdad. Jaén impulsa la Estrategia Canaria de Transición Igualitaria, un plan de trabajo del fomento de la igualdad en las Islas a través de datos concretos que permitan generar políticas públicas eficaces en igualdad generando las estructuras necesarias, potenciando el camino y estableciendo dinámicas que lleven a que la sociedad a desarrollar hábitos de igualdad. DIARIO DE AVISOS conversó con Sylvia Jaén con motivo del Día Internacional de la Mujer.
-Este año invitan a las mujeres a ‘salir de escena’.
“El Gobierno y los cabildos queremos incidir en la importancia de la figura de las mujeres en labores invisibilizadas y en el reparo de las tareas en todos los niveles, por ejemplo, la carga de los cuidados de menores o mayores, de las tareas de la casa. Tenemos que visibilizar la importancia de la las mujeres en muchos ámbitos en los que si no estuvieran, no se podrían desarrollar. Reflexionar qué pasaría si no realizaran tareas como el desayuno, la comida, la compra, tener todo dispuesto para que los hijos puedan ir a clase, acudir a las tutorías escolares, ocuparse de lo necesario para hacer la colada… Tenemos que mejorar la corresponsabilidad de labores en casa y también en el trabajo”.
-Presentó un estudio donde se analizaron diferentes indicadores de igualdad en Canarias.
“La publicación del Barómetro de Igualdad y Diversidad del Archipiélago (BIDA) nos da una fotografía de dónde estamos y cuál es el camino por recorrer. La buena noticia es que estamos en los estándares europeos, en el puesto 12, con un índice de igualdad de género del 71,9%, y en seis de los 10 indicadores en niveles muy similares a países del norte de Europa, pero quedan todavía 30 puntos por avanzar. El estudio BIDA mide la igualdad, no la desigualdad, y la violencia. Si nos ocupamos de esos aspectos estaríamos con muchísima mejora. El Barómetro permite ver las cuestiones en donde tenemos que poner una mayor incidencia en las políticas públicas de igualdad para poder avanzar. En ese sentido, somos la tercera comunidad de España que hace el esfuerzo de adaptar el índice europeo a su propio territorio. Además, añadimos herramientas que generan 111 indicadores propios, un instrumento cualitativo para poder calibrar si lo que nos dicen los datos realmente lo sienten las mujeres y los hombres de Canarias. En algunos puntos la sensación es que no estamos tan bien”.
-Desgraciadamente, y pese a los avances, siguen existiendo desigualdades laborales y salariales que afectan a las mujeres…
“La brecha de género salarial existe, aunque se están dando pasos, como el aumento del salario mínimo interprofesional, que modifica mucho el ingreso de las mujeres. El Barómetro BIDA nos desvela cuestiones que son muy relevantes, como que las mujeres acceden menos y en peores condiciones al empleo pese a estar más formadas. Otra brecha es que somos quienes más sacrificamos el trabajo o la carrera profesional para la conciliación y cuidados familiares, cogemos el 85% de las exenciones para el cuidado. Además, reducimos la jornada para dedicar más tiempo en casa y realizamos en el 75% de casos las labores del hogar en solitario. El estudio señala que ocho de cada diez personas inactivas por dedicarse a las labores del hogar son mujeres y el 95% abandonan su trabajo para cuidar de dependientes. En la crisis de la COVID, del total de trabajadores que vieron reducida su jornada, casi el 90% fueron mujeres. Cabe recordar que los datos estructurales que genera la desigualdad y la pobreza son ocupados por mujeres. La carga que supone para las mujeres tener hijos o hijas es el principal vector de pobreza, porque sobre ellas recae su cuidado y la pobreza se hereda en Canarias desde las madres, por la fragilidad que tienen muchas familias monoparentales. Hay que trabajar desde esa perspectiva la protección de la infancia que está creciendo en esa desigualdad estructural de la pobreza”.
-Según el Imserso, aumentó el empleo y las afiliadas en los Servicios Sociales. ¿Esta labor comienza a ser reconocida?
“El mercado laboral sigue siendo muy desigual y vincula a las mujeres con los cuidados. Sobre los datos de empleo y afiliación en Servicios Sociales hay que hablar del Plan Canarias Te Cuida, que es una apuesta por impulsar unas políticas de cuidados que protejan a la ciudadanía, especialmente a la más vulnerable, y poner al cuidado y lo social como pilar del Estado de Bienestar. El Plan valora y reconoce la labor de la cuidadora en el ámbito laboral con retribuciones dignas para que puedan ejercer esas funciones, con puestos indefinidos y con nóminas y retribuciones garantizadas para que luego pueda tener una pensión adecuada. El sistema de cuidados produce una situación de empobrecimiento de las mujeres pues muchas solo podían optar a una jubilación no contributiva”.
-¿Cómo valora el trabajo en igualdad en las prisiones?
“La generación de una Estrategia Canaria de Transición Igualitaria que enmarca todas las acciones a desarrollar para crear una comunidad en igualdad dentro de 16 años ha sido una herramienta de éxito, porque nos permite tener el presupuesto para generar esas acciones, el marco hacia donde las hacemos y las líneas principales de acción que nos permitió empezar trabajar en espacios donde hasta ahora no se nos esperaban, como los seis centros penitenciarios de Canarias. Hemos firmado un acuerdo con el Ministerio de Interior para trabajar la promoción de la igualdad y el respeto a la diversidad en unos espacios donde hasta ahora no se estaba trabajando de una forma estructural y donde la desigualdad campa a su anchas en todos los aspectos”.
-¿Cómo marchan los avances en el deporte igualitario?
“Tenemos una línea de trabajo estructurado con las 10 federaciones deportivas con más licencias en Canarias que nos está permitiendo trabajar en la representación de la mujer en las juntas directivas, donde solo representan el 20%, así como en la práctica federada de la mujer. Colaborar con las federaciones nos permite que entiendan la necesidad de trabajar en igualdad, que adapten sus estatutos y sus protocolos a la atención a la igualdad y a la diversidad y que reflexionen sobre sus propias composiciones de espacios de decisión. Está siendo especialmente fructífera con las dos Federaciones Interinsulares de Fútbol y con la Federación de Baloncesto. También valoro la campaña Abraza la igualdad que suma, que presentamos en el derbi entre el Gran Canaria y Lenovo Tenerife de la Copa del Rey, porque sumamos también a la afición, que es una pieza fundamental si queremos proyectar un deporte alejado de la violencia y que abrace la igualdad”.
-¿En qué consiste la educación en igualdad desde la infancia?
“En las escuelas infantiles y de primaria ha sido fundamental comenzar a trabajar dentro del programa Bicácaro por la igualdad y la diversidad. Estamos en más de 60 centros de todo el Archipiélago lo que ha posibilitado no solamente formar a las educadoras en como trabajar la igualdad de 0 a 3 años sino también establecer un puente con las familias. Hemos desarrollado también un programa dentro de la Formación Profesional, que era en el único espacio de formación reglada en Canarias que no tenía ningún trabajo estructural en igualdad y diversidad”.
-¿Qué destaca del trabajo con la herramienta ‘Igual Lab’?
“Hemos generado con la Fundación de la Universidad de La Laguna un aula de investigación que se llama Igual Lab (Laboratorio de Innovación Social) para el desarrollo de la Estrategia Canaria de Transición Igualitaria. Ha sido una pieza fundamental, al ser capaces de investigar la eficacia y eficiencia del gasto público en materia de igualdad. Hasta ahora no teníamos herramientas que nos lo dijeran. También tiene cuatro líneas de investigación, que suma al trabajo en la igualdad una pieza de investigación de ciencia. Tenemos que ser capaces en el trabajo de la igualdad de una cuestión de interés individual a comenzar a considerarlo una política pública, pilar de desarrollo como cualquier otra como el I+D+i, la ecología, la transición, el urbanismo, la vivienda… Que el trabajo de la promoción de la igualdad no solo sea una cuestión de filosofía o interés individual de las mujeres, sino que debe ser un pilar de desarrollo de toda la comunidad si queremos garantizar y llegar a un espacio de no violencia y libre desarrollo de la ciudadanía”.
-¿Cómo actúan con las mujeres que también forman parte de colectivos discriminados?
“Uno de las grandes aciertos de la Estrategia de Transición Igualitaria ha sido cómo promocionamos y somos capaces de destruir ese monolítico hombre-mujer, ya que somos muchas realidades y no todos vivimos en la desigualdad de la misma forma. Aquellas mujeres que al hecho de ser mujer suma vectores que históricamente son negativos están viviendo una mayor desigualdad y alejamiento de los parámetros de igualdad, ya sea por su edad, por discapacidad, por el hecho de ser madre, su racialidad o religión. Para saber cómo trabajar sobre ellas hemos desarrollado indicadores que manifiestan su realidad, para así poder invertir y desarrollar políticas de igualdad y atender específicamente a las mujeres, por ejemplo, con un grado de discapacidad y dependencia. En el caso de las mayores, queremos darles ese reconocimiento y valor que falta. Además, ocupan la mayoría de plazas en las residencias, pero no teníamos líneas de trabajo en esos centros. Nos queda mucho por hacer, pero ya sabemos hacia dónde guiarnos y cómo hacerlo”.
-Todavía no se erradican los datos de violencia de género…
“La violencia es la expresión máxima de la desigualdad. Uno de los aciertos que ha tenido el Gobierno del Pacto de las Flores ha sido saber diferenciar el trabajo necesario para combatir la violencia y sus consecuencias (creación de los centros de crisis, la red de atención a las víctimas de violencia, etc.). Y, por otro lado, trabajar la promoción de la igualdad y la no violencia que compete al Instituto Canario de igualdad. Ambas son absolutamente necesarias y tienen dos enfoques distintos. Que aumenten las denuncias es positivo si tenemos en cuenta que no se denuncian ni la mitad de los casos de violencia, y en el caso de agresiones sexuales, solo un 8%. Las instituciones debemos ser más cercanas y junto al Tercer Sector generar fiabilidad para que no sufran en silencio, se acerquen a recibir acompañamiento y reparación, y para poner el foco sobre el violento”.
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