cultura

Celso Albelo: “Mi compromiso con Villa Feliz es total y soy afortunado de tener como amigos a grandes artistas que se han sumado”

El tenor tinerfeño se sube el sábado al escenario del Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, junto a un destacado elenco de intérpretes, para llevar a cabo una gala solidaria
El cantante lagunero Celso Albelo. / Leila Leam

El Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife ha programado para este sábado (19.30 horas) una propuesta cultural en la que la música se convierte, directamente, en solidaridad. Sobre el escenario capitalino se desarrollará esa tarde una gala benéfica, propiciada y dirigida por el tenor lagunero Celso Albelo para la Asociación Social y Humanitaria Villa Feliz. El objetivo: recaudar fondos para impulsar el primer banco de leche en Canarias y contribuir a proyectos dirigidos a menores en situación de vulnerabilidad.

Villa Feliz ha destinado 38.924 euros (gracias a la recaudación obtenida en su Encuentro Solidario en San Miguel de Abona) al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria para la adquisición de una máquina pasteurizadora, imprescindible para la creación del banco de leche, proyecto que dirige el jefe del servicio de Pediatría, Jorge Gómez Sirvent, que recibirá en el Guimerá la donación junto a la directora-gerente del centro, Natacha Sujanani.

De igual modo, el Rotary Club de la capital tinerfeña y el Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife han sufragado los otros dos elementos necesarios para ponerlo en marcha: una cabina de flujo laminar, por valor de 3.680 euros, y el software, que ha costado 7.400 euros.

La gala será presentada por Miguel Ángel Daswani y contará con la participación de Luis López Tejedor como regidor y de Rafael García Arribas, uno de los críticos de ópera más reconocidos en España.

-El sábado sube al escenario del Teatro Guimerá para una cita muy especial, una gala benéfica de la Asociación Social y Humanitaria Villa Feliz para contribuir, entre otros proyectos, a la creación de un banco de leche en las Islas. ¿Qué lugar ocupa la solidaridad entre las prioridades de Celso Albelo?
“El compromiso es absoluto. Todos los años suelo hacer uno, dos o tres conciertos benéficos, porque creo que es mi obligación. Ya que puedo contribuir con el don que se supone que me ha tocado, participar en este tipo de iniciativas supone para mí, como artista y como persona, una necesidad, una de mis mayores prioridades”.

-¿Cuál fue el punto de partida, el primer contacto con Villa Feliz que le llevó a implicarse y dar forma a este proyecto?
“Hace mucho tiempo que mantengo una relación de amistad con quienes forman parte de la asociación y, desde un primer momento, cuando surge la oportunidad de organizar una propuesta de estas características, les planteé encargarme de la vertiente artística que desarrolla Villa Feliz, una faceta que sin duda resulta muy interesante para alcanzar los objetivos que se marca en cada proyecto social que emprenden. También soy socio y colaboro en todo lo que puedo con este colectivo, porque a mi juicio desempeña una labor estupenda. Así que, de alguna manera, vengo a ser el encargado de organizar este tipo de locuras, de felices locuras. Los conciertos realizados hasta la fecha han funcionado muy bien, con una gran acogida de la gente, por lo que estamos muy contentos y con la idea de que esta experiencia continúe muchos años más”.

“El sábado haremos una gala muy dinámica, muy fácil de escuchar, en la que la música discurrirá de una manera muy natural”

-En esta cita se reúne con Pancho Corujo (tenor), Simón Orfila (bajo barítono), Carmen Acosta (soprano), Juan Francisco Parra (pianista) y la Orquesta Premium de la escuela musical infantil Garrapatea. ¿Qué respuesta tuvo de ellos según se iban uniendo a esta iniciativa solidaria?
“Me siento una persona muy afortunada. Aparte de tratarse de grandes artistas, todos son muy amigos míos. Cuando les comenté la posibilidad de hacer esta iniciativa solidaria, concebida como un recital muy ameno, muy dinámico, en el que además se unieran las nuevas generaciones de músicos a la gente que nos estamos dedicando a este arte a pleno rendimiento, enseguida quisieron participar. Además, creo que este tipo de espectáculo supone un aliciente para quienes se animen a acudir el sábado al Teatro Guimerá. Así que, desde un primer momento, todo han sido facilidades”.

-¿Qué puede adelantarnos del programa que van a ofrecer en el teatro capitalino?
“Con la orquesta interpretaremos varias canciones. Yo abordaré piezas muy conocidas, como La donna è mobile [Rigoletto, Verdi] y ‘O sole mio, con la agrupación de niños, y luego habrá arias de ópera, tanto italianas como francesas, y duetos. Carmen conmigo, Pancho con Carmen, Simón conmigo… Un espectáculo, sobre todo, muy dinámico, muy fácil de escuchar, en el que la música discurrirá de una manera muy natural. Aparte de todos estos amigos, también va a estar colaborando de forma desinteresada mucha gente, como Luis López Tejedor. Lo que ve el público en el escenario es lo más bonito, pero justo detrás hay un tráfico muy complicado de gestionar y Luis, que es regidor, quiso estar con nosotros para facilitarnos que todo ese engranaje funcione, y solo puedo estar agradecido por ello”.

“Mi mayor ilusión es mantener el equilibrio entre ser tenor y lo que significa ser un padre presente para sus hijos”

-El pasado viernes presentó en concierto en el Teatro de la Zarzuela ‘Serenata española’, un álbum editado por la Fundación DIARIO DE AVISOS, con el que el periódico obsequió a sus lectores. Este disco muestra su eclecticismo musical. ¿Siempre tuvo claro que, más allá de la ópera, con ser una parte fundamental, quería construir su carrera abarcando territorios diversos?
“Ese empeño está relacionado directamente con la sensibilidad. La mía siempre ha estado muy ligada a la música de la tuna, porque allí descubrí mi voz; también a las rondallas, porque participé en las agrupaciones del Carnaval… Uno no puede ir en contra del lugar en el que ha crecido, de donde empezó todo, de sus raíces. Canto por todo el mundo ópera y zarzuela, hago recitales, pero no me puedo olvidar, por ejemplo, de un elemento tan cercano a mí como es una formación de pulso y púa. En este caso, la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid. Juntos sacamos adelante este proyecto y la respuesta del público fue brutal. Desde hacía un mes y medio las entradas se habían agotado. Ver de pie a la gente que acudió al Teatro de la Zarzuela, completamente entregada a lo que estaba ocurriendo sobre el escenario, fue fantástico. Un día, en suma, muy especial para mí”.

-En el caso de la zarzuela, ¿es preciso aplicar aún mucha pedagogía para liberarla de los tópicos que la infravaloran?
“Aún queda trabajo por delante para liberarnos de esos tópicos. La zarzuela es una manifestación artística maravillosa. Mi deseo, al igual que el de muchas otras personas, es que al fin sea declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, porque sin duda se lo merece y, además, eso contribuirá a ampliar su reconocimiento. Los enamorados de este género estamos peleando por ello y creo que, antes o después, deberá subir a ese peldaño en el que siempre ha debido estar”.

“Luchamos para que la zarzuela sea patrimonio de la humanidad, porque se trata de una expresión artística maravillosa”

-En enero, estuvo con el ‘Stabat Mater’ de Rossini en la Ópera de Montecarlo; en febrero y marzo, encarnó a Macduff en el Liceo de Barcelona, en una producción de ‘Macbeth’ concebida por Jaume Plensa; en mayo, estará en Bilbao con ‘Il Trovatore’, también de Verdi… ¿Qué propuestas más cercanas en el tiempo le hacen más ilusión si echa una mirada a su agenda?
“Lo que más ilusión me hace es mantener el equilibrio entre lo que supone ser tenor y lo que significa ser un padre presente para sus hijos. A partir de ahí, hay proyectos importantes. Retomo I Puritani [Vincenzo Bellini, Teatro Municipal de Maó, 2 y 4 de junio]; iré a Chile [Teatro Municipal de Santiago, Don Pasquale, de Gaetano Donizetti, del 5 al 14 de octubre]; pasaré por Oviedo [Teatro Campoamor, Manon, de Jules Massenet, del 10 al 16 de septiembre]; iré a Lieja, a debutar con Los cuentos de Hoffmann [Jacques Offenbach]… Poder compaginar todo esto con la familia para mí resulta fundamental. A veces no es sencillo, pero es lo que me hace feliz”.

-¿Hay algún rol que aún no ha tenido la oportunidad de afrontar y le gustaría, de una manera muy especial, llevar a cabo?
“Al principio pensaba que nunca podría llegar a cantar Un ballo in maschera [Giuseppe Verdi], por ejemplo, y lo hice; que nunca podría hacer el Manrico de Il trovatore [Giuseppe Verdi] y lo tengo aquí, a las puertas, en Bilbao [del 20 al 29 de mayo], junto a un elenco excepcional… Lo importante es mantener el repertorio que has tenido la oportunidad de hacer y, sobre todo, ser feliz con lo que te toque cantar en cada momento”.

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