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Karra Elejalde: “Ahora no se podría rodar una película como ‘Airbag”

El actor vasco ha acudido al Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, que se celebra hasta el domingo
El actor vasco ha participado en más de 60 largometrajes. / DA

Por Benjamín Reyes / Karra Elejalde (Vitoria, 1960) es uno de los actores más prolíficos del cine español. Recientemente ha participado en las terceras Jornadas del Oficio Cinematográfico, que se han celebrado en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, cuya vigesimosegunda edición se celebra hasta el domingo. Su carrera, que incluye más de 60 largometrajes y dos premios Goya, está jalonada de personajes carismáticos, como el del protagonista de Airbag (Juanma Bajo Ulloa, 1997), el de Koldo en Ocho apellidos vascos (Emilio Martínez-Lázaro, 2014) o Unamuno en Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar, 2019).

-En 1987 debuta con ‘A los cuatro vientos’ (José Antonio Zorrilla). ¿Qué recuerdos tiene de ese rodaje?
“Fui a ese rodaje desde Vitoria junto a un amigo. La verdad es que no teníamos mucha información, más allá de que él hacía de soldado y yo de soldado. Cobramos 20.000 pesetas, que no era gran cosa”.

-Sus inicios en la profesión están vinculados al cine de Juanma Bajo Ulloa (‘Alas de mariposa’ (1991), ‘La madre muerta’ (1993). ¿Cómo vivió esa etapa?
“Fue un tiempo en el que me convertí, sin quererlo, en el actor de los nuevos realizadores. Hice las primeras películas de Ulloa o las de Julio Medem (Vacas, 1991; La ardilla roja, 1993, y Tierra, 1996). La primera de Jaume Balagueró (Los sin nombre, 1999). Me llamaban actor fetiche. Los nuevos realizadores contaban mucho conmigo. Era un actor muy socorrido para personajes de carácter”.

-En 1997 protagoniza y participa en la escritura del guion de la irreverente ‘Airbag’. ¿Se podría rodar esta película ahora?
“No [lo niega de manera tajante]. De hecho, tengo guiones escritos en la onda de Airbag que cuando se los presento a productores me dicen: ‘Esto ahora no lo puedes hacer’. Antes existía la censura institucional, ahora somos nosotros los que nos autocensuramos, porque si queremos que prospere nuestro proyecto tenemos de alguna manera que amputarlo. Airbag fue una película libre protagonizada por tres gilipollas con los que el público no podía empatizar, y provocamos que sí empatizara con el malo, con el sicario. Todavía no he visto una película que consiga eso”.

“Me he prometido a mí mismo que no volveré a dirigir una película si no soy también el productor”

-En 2000 dirigió su propia película, ‘Año mariano’. ¿Fue un intento de repetir el éxito logrado en ‘Airbag’?
“El proyecto era de la misma productora. Airbag costó más de 600 millones de pesetas y Año mariano menos de 200. Desde mi intención autoral pretendía ser una trilogía de las drogas psicodélicas que se cierra con Torapia. Siempre me han interesado mucho los estados alterados de consciencia”.

-‘Torapia’ la dirigió en 2004. ¿En qué faceta se siente más cómodo, en la dirección o en la interpretación?
“En Torapia me sentí saboteado por la producción y se me quitaron las ganas de dirigir. Después de esa trilogía hubo un tiempo de sequía y de frustración. Si dirijo una película necesito dos años de mi vida para sacarla adelante. Si te sales dos años del circuito de la actuación es muy difícil pillar comba otra vez. No me sale económicamente rentable. Me he prometido a mí mismo no volver a dirigir una película si no soy también el productor”.

-Koldo, de ‘Ocho apellidos vascos’, es uno de los personajes favoritos del público. ¿A cuál le tiene usted un especial cariño?
“A muchos. El Ismael de La madre muerta; el Bocas de A Esmorga (Ignacio Vilar, 2014); el Unamuno de Mientras dure la guerra. He trabajado en películas donde el personaje me ha encantado y, sin embargo, la película no ha tenido recorrido”.

“¿A quién no le gustaría trabajar con Sorogoyen o Bayona? Rodaría con cualquiera que desee contar conmigo”

-A un taquillazo como ‘Ocho apellidos vascos’ le sucedió un título que poco gente vio: ‘A Esmorga’.
A Esmorga no tuvo repercusión a nivel nacional, pero en Galicia fue la hostia. Batimos el récord de taquilla de una película gallega. Estoy muy orgullo de este film. No aprendí a hablar gallego, simplemente me aprendí 130 frases gallegas”.

-Otra película poca reconocida es ‘Bajocero’ (Lluís Quílez, 2021), un interesante ‘thriller’. ¿Por qué cree que no tuvo más repercusión?
“Una de las causas es que no pasó por taquilla. Fue una película hecha para Netflix. Por eso de cara a los Goya no tuvo suerte. Sin embargo, fue la película más vista en más de 40 países en esta plataforma”.

-Ha rodado con Álex de la Iglesia, Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar, entre otros. ¿Con quién le gustaría filmar?
“Con cualquiera que quiera contar conmigo. ¿A quién no le gustaría rodar con Sorogoyen o con Bayona? Me encantaría rodar con Fernando Trueba”.

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