Cada dos generaciones, una tormenta de sangre asola la isla de San Bartolo del Desaguadero, obligando a sus habitantes a tener que reconstruirla. Esa es la historia que nos cuenta La Sastrería Teatro en su nueva producción, Lo que trajo la tormenta, una obra inspirada en la erupción del volcán de La Palma para hablar de lo que supone enfrentarse a una tragedia natural inesperada. El montaje se podrá ver hoy viernes en el Espacio La Granja, en Santa Cruz de Tenerife, a las 20.00 horas.
“Queríamos llevar a escena la historia de una catástrofe natural, como la que tuvo lugar en nuestra isla en 2021”, explica el autor, Carlos de León. Fue justo una semana después de estrenar su primer montaje como compañía, por lo que señala que no podían quedarse al margen. “Hemos intentado contar una historia con conflictos y situaciones similares a las que sufrimos tras la erupción del volcán, pero alejándonos de un tono victimista. Para ello hemos usado la comedia negra y nos hemos distanciado de los acontecimientos reales, intentando no molestar a nadie, ni herir ninguna sensibilidad”, detalla.
LA AMENAZA
En la obra es una tormenta de sangre la que amenaza con destruir un poblado. Una familia deberá afrontar las vicisitudes que desencadena. La tormenta de fuera despierta otras internas que llevaban tiempo dormidas.
Lo que trajo la tormenta, una fábula en clave de comedia negra que habla de renacer, de aprovechar las segundas oportunidades, está dirigida por Rafael Rodríguez. La historia se sitúa en una isla ficticia durante un período convulso en el que todo el planeta vive una crisis sanitaria: coronavirus, vacunas, mascarillas, confinamientos… Cuando parecía que lo peor había pasado, el 24 de agosto, día de San Bartolo, como cada dos generaciones, una tormenta de sangre arrasa todo lo que encuentra a su paso.
Esto les hace reflexionar sobre ¿quiénes son?, ¿qué da forma a su existencia?: ¿sus recuerdos sepultados?, ¿sus bienes materiales?, ¿sus casas levantadas con el esfuerzo de toda una vida? ¿O tal vez haya esperanza y todo sea una oportunidad para empezar de nuevo?
“Nos interesa contar un drama humano -argumenta Rafael Rodríguez-, pero también una historia de superación, de afectos y apoyos más allá de las desgracias, de segundas oportunidades y, sobre todo, de esperanza. Las historias de los personajes son similares a las historias de muchos palmeros que sufrieron la erupción del volcán y sus consecuencias. Hemos intentado alejarnos del tono documental, que podía hacernos caer en el melodrama, y hemos optado por la comedia negra”.
El espacio sonoro sitúa al espectador en el contexto de una isla imaginaria, al tiempo que refuerza los climas emocionales.
Las entradas están disponibles en la web del recinto y en la taquilla, a ocho euros, con descuentos a diferentes colectivos (jóvenes, estudiantes, mayores de 65 años, familias numerosas y personas en desempleo, etc.).