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Sophie Letourneur: “Para rodar la vida hay que ser muy precisos”

La cineasta francesa ha estrenado en España 'Voyages en Italie', su película más reciente, en el marco del 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria
La directora, guionista y actriz Sophie Letourneur. / Tony Hernández

Por Benjamín Reyes / Sophie Letourneur estrena en España su nueva película, Voyages en Italie, en el marco del 22º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, un festival que ya acogió otra película anterior suya, Enorme. En su nuevo film aborda, con sentido del humor, el tema de las parejas de larga duración. Se proyecta en España tras su paso por el prestigioso festival de Róterdam (Holanda).

-¿Cuál fue la chispa que encendió este proyecto?

“Esta película surge de un viaje real que emprendí en 2016 a Sicilia. Lugar al que he vuelto en dos ocasiones más. La he escrito durante cuatro años. A pesar de que pueda parecer improvisada, no hay nada improvisado. Los diálogos están muy trabajados”.

-Cuestiona la idea de que un viaje pueda salvar una relación romántica.

“Más que cuestionar si ese viaje puede ser una solución, lo que quería era poner de manifiesto la complicación de las relaciones de larga duración. Salir de viaje no tiene por qué ser la solución. Quería simplemente mostrarlo con un poco de sorna”.

“Nos podríamos plantear si las mujeres directoras nos planteamos las narrativas de manera diferente”

-¿A quién está dirigido su cine?

“No suelo pensar en qué tipo de público ve mis películas. En este festival, por ejemplo, cuando se proyecta y se celebra el coloquio posterior [el pasado lunes], es cuando me enfrento al público real”.

-En su película homenajea a Rossellini y al cine de Eric Rohmer.

“Sí, el inicio de mi película es un homenaje a Stromboli, de Rossellini. Cuando constituí mi productora mi intención era rodar cine de la misma manera en la que lo hacía Rohmer. Hay muchos vínculos”.

-¿El rol de directora en el mundo del cine ha cambiado?

“El rol ha evolucionado bastante. Ahora hay oportunidades específicas para las mujeres. La diferencia estriba en los presupuestos. En el cine de bajo presupuesto nadie se plantea si el que rueda es hombre o mujer, pero en las películas de gran presupuesto sí hay un cierto desequilibrio”.

-¿Cuáles fueron las condiciones de rodaje?

“El rodaje se prolongó durante tres semanas. Todo fue muy preciso. Antes de rodar fui a las localizaciones con mis dos asistentes y preparamos todos los planos de las secuencias”.

-¿Cree que existe una tendencia actual en el cine rodado por mujeres de querer pretender ser natural pero en el que está todo premeditado?

“Nos podríamos plantear si las mujeres directoras nos planteamos las narrativas de manera diferente. Para rodar la vida misma hay que ser muy precisos. En Francia me relaciono mucho con personas que están en esta onda”.

-¿Qué papel desempeña la memoria en su película?

“La memoria lleva lo extraordinario a lo ordinario, a lo cotidiano. La segunda parte, en la que rememoran el viaje, es muy diferente de la primera parte, en la que vemos el viaje. La niña embalsamada es un reflejo de la memoria. La película se plantea que nos lleva a embalsamar algo”.

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