El nutricionista Pablo Ojeda ha alertado sobre las prácticas engañosas en la venta de productos cárnicos envasados, utilizando el pollo como ejemplo. Durante su participación en el programa “Más vale tarde” de La Sexta, destacó que no siempre lo que se vende como pollo es completamente pollo, señalando que gran parte del producto puede ser agua, incluso en filetes envasados.
A pesar de reconocer que la seguridad alimentaria en España es de alta calidad, Ojeda resaltó que muchas veces se encuentran productos cárnicos que contienen una cantidad significativa de agua. Esto se hace evidente al momento de cocinarlos, ya que al freírlos, el aceite salta en exceso y los filetes se encogen, lo que indica que se puede estar engañando al consumidor.
Para evitar el engaño, el nutricionista recomienda leer detenidamente las etiquetas de los productos envasados. Si contiene otros ingredientes además del pollo, estos deben estar claramente indicados en la etiqueta. Sin embargo, si solo aparece un ingrediente, la ley no exige que se especifiquen más detalles. En el caso de la compra de productos cárnicos al corte, por norma general se trata de pollo genuino.
El fraude en la venta de productos cárnicos no se limita al pollo. Ojeda mencionó otros ejemplos, como el atún rojo que puede ser adulterado con colorantes alimentarios inofensivos. El precio puede ser un indicador para detectar este engaño, ya que el atún rojo tiene un costo mucho más elevado que el atún común. Lo mismo sucede con la chuleta de buey, cuyo precio es significativamente más alto que el de la vaca vieja.
Es importante que los consumidores estén alerta y verifiquen la información de los productos que adquieren, especialmente en el caso de productos cárnicos envasados, para asegurarse de recibir lo que realmente están comprando y evitar ser víctimas de prácticas engañosas en el mercado.