En un discurso pronunciado en la Plaza Roja de Moscú con motivo del Día de la Victoria, el presidente ruso Vladimir Putin ha denunciado que su país está siendo víctima de una “verdadera guerra” y ha acusado a Occidente de “olvidar” quién derrotó a las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Putin ha denunciado el “odio” y la “rusofobia” de Occidente hacia Rusia y ha asegurado que su país quiere un “futuro pacífico”, pero está dispuesto a hacer lo que sea necesario para “proteger” el país y a los habitantes de las zonas anexionadas en el sur de Ucrania.
Durante su discurso, Putin ha rendido homenaje a los “héroes” de las Fuerzas Armadas y ha expresado su orgullo por la labor de estos efectivos durante la “operación militar especial”: la invasión sobre Ucrania en febrero de 2022. El mandatario ha estado acompañado principalmente por líderes políticos de países aliados de Asia Central.
El presidente ruso ha cargado de nuevo contra las “élites globalistas occidentales” que reivindican su “exclusividad” política y “provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado”. Putin ha afirmado que “la civilización está en un punto de inflexión decisivo” y ha instado a la cooperación internacional para abordar los desafíos globales.
Al término del desfile, Putin ha acudido a depositar una ofrenda ante la tumba al soldado desconocido, junto a otros líderes políticos como el bielorruso Alexander Lukashenko, un aliado clave de Rusia desde el inicio de la ofensiva sobre Ucrania hace más de catorce meses.
PROBLEMAS DE SEGURIDAD
El desfile por el Día de la Victoria en Rusia ha contado con la participación de 8.000 efectivos, entre ellos 530 militares que han tomado parte en la ofensiva en Ucrania. En la tribuna se encontraban el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y los principales mandos de las Fuerzas Armadas, señalados recientemente por el Grupo Wagner, cuyos mercenarios también participan en la invasión.
Aunque en años anteriores se han convocado manifestaciones generalizadas, este año sólo se ha llevado a cabo el desfile en Moscú y algunas otras ciudades, debido a motivos de seguridad.
La semana pasada, las autoridades rusas denunciaron un ataque con drones sobre el Kremlin, que culparon directamente a Ucrania y al supuesto “cerebro” Estados Unidos. Según Moscú, el objetivo de este ataque era matar al presidente Putin. Sin embargo, a pesar de las amenazas de seguridad, el desfile en Moscú ha continuado, y ha incluido la presencia del presidente ruso.
El desfile por el Día de la Victoria ha sido tradicionalmente una muestra del poder militar de Rusia. En esta edición, aunque no ha habido una exhibición aérea ni una muestra masiva de tanques, se han mostrado carros blindados, sistemas de defensa antiaérea S-400 y misiles intercontinentales tipo Yars.