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Vuelos a Tenerife con pasajeros conflictivos a bordo: “Cuando informamos al comandante, la situación es seria”

La Tripulación de Cabina de Pasajeros es la primera en enfrentarse a este tipo de problemas, para lo que está preparada gracias a su formación. La instructora de la EAC, Sonia Cano, explica cómo se actúa en estos casos
Vuelos a Tenerife con pasajeros conflictivos a bordo
Pasajeros embarcando en un avión. Imagen de recurso (Shutterstock)

Los comportamientos inadecuados de algunos pasajeros en vuelos desde Reino Unido con destino Tenerife Sur se están convirtiendo en una constante. Por lo general, estos desagradables incidentes son denunciados públicamente por perfiles como el de Controladores Aéreos (@Controladores) en Twitter, quienes en ocasiones han mostrado su apoyo a las tripulaciones y agentes de policía que “deben lidiar con estas situaciones más a menudo de lo que sería deseable”.

En las últimas semanas hemos sido testigos de numerosas trifulcas a bordo que han requerido la intervención de los responsables de los aviones afectados. En coordinación con los servicios de control aéreo, los pilotos se han visto obligados a recortar las maniobras de aproximación para tomar tierra lo antes posible. “Básicamente, los pilotos son los que nos notifican que tienen un problema y nosotros lo trasladamos a la torre; luego, ellos avisan al centro de operaciones, desde donde se llama a la Guardia Civil”, explica José Luis Feliu, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) en las Islas.

En menos de un mes se han producido hasta seis incidentes de este tipo en vuelos a Tenerife Sur, todos procedentes del Reino Unido. Uno de ellos, que despegó de Glasgow (Escocia), tuvo que ser desviado a Faro (Portugal) antes de tomar tierra en la Isla debido a un pasajero en estado de embriaguez que montó un espectáculo a bordo, llegando incluso a orinar en la cabina del avión, tal y como informa el portal de noticias de aviación Aviation24.be. En este caso, la aerolínea en cuestión, Jet2, ha tomado la firme decisión de vetar de por vida al mencionado viajero.

Otros vuelos que despegaron recientemente desde las ciudades británicas de Luton, Londres, Birmingham, Manchester y Liverpool han requerido la presencia policial a su llegada a la Isla. Este último incidente, por ejemplo, fue provocado por una decena de viajeros. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) recuerda que este tipo de actitudes, ya sea por beber en exceso, montar un escándalo o no obedecer las indicaciones de la tripulación, entre otras, pueden poner en peligro la seguridad del vuelo y acarrear una multa de hasta 5.000 euros, según la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea.

Los tripulantes de cabina, los primeros en hacer frente al problema

La Tripulación de Cabina de Pasajeros (TCP) es la primera en enfrentarse a este tipo de problemas, y está preparada para ello gracias a las instrucciones recibidas durante su formación. Al otro lado del teléfono, la instructora de la Escuela de Azafatas de Canarias (EAC), Sonia Cano, quien además cuenta con amplia experiencia al haber trabajado en diferentes compañías europeas, detalla que las aerolíneas se basan en el Convenio de Tokio de 1963, un tratado realizado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y ratificado por 186 países. Este documento establece una serie de nociones o reglas básicas, pero “dependiendo del Estado en el que esté registrada la aeronave, cada compañía establece las medidas a seguir conforme a dicha legislación”, explica.

En la práctica, el objetivo del personal de cabina es desescalar situaciones propiciadas por viajeros conflictivos a bordo, ya que su principal cometido es garantizar la seguridad de los pasajeros durante el vuelo. Así, “la primera medida que tomamos es el diálogo con esa persona que, en el más leve de los casos, estará bajo la influencia de bebidas alcohólicas u otras sustancias”, comenta Cano. Sin embargo, esto es algo que ya hacen desde el momento del embarque, cuando notan que el pasajero muestra una actitud inadecuada debido al consumo de bebidas alcohólicas u otras sustancias.

Si la situación no se calma, el siguiente paso que toma la tripulación es poner los hechos en conocimiento del comandante del vuelo. Por lo tanto, la comunicación y la coordinación en estos casos son esenciales entre todas las partes involucradas.

Últimos vuelos a Tenerife, “casos extremos”

“Cuando informamos al comandante, la situación se está poniendo seria. Digamos que el nivel de riesgo ha aumentado”, subraya Sonia Cano. En los incidentes que ocurrieron en vuelos con destino a Tenerife Sur desde el Reino Unido, todos solicitaron recortar la maniobra de aproximación y fue necesaria la presencia policial a su llegada. Esto suele suceder si el pasajero, una vez advertido de las consecuencias de su actitud, persiste en ella.

“En el peor de los casos, como cuando el vuelo tiene una duración de cuatro horas y la situación a bordo es insostenible, el comandante determina que es necesario desviar la aeronave a otro aeropuerto que, normalmente, se encuentra en un Estado que ha ratificado el Convenio de Tokio, que no puede negarse a aceptar al pasajero conflictivo, aunque él tiene derecho a contactar con las autoridades de su país para garantizar su defensa”, sostiene Cano.

Asimismo, en el momento del embarque, la Tripulación de Cabina de Pasajeros realiza una revisión exhaustiva de los pasajeros. “Si vemos que hay una persona que puede suponer un riesgo para la seguridad, podemos hablar con el comandante para evaluar la situación y, por supuesto, negarle el acceso a la aeronave”, sentencia la instructora de la EAC.

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