Desde que Alejandro Fernández (Guadalajara, México, 1971) diera a conocer su música en el mundo con la grabación, en 1992, de un álbum que tituló precisamente con su nombre, ha logrado vender hasta hoy alrededor de 40 millones de copias, de casi una veintena de trabajos discográficos de estudio. Un mérito que hoy, cuando el éxito musical se cuantifica de otra manera muy distinta, a golpe de descargas y reproducciones en las plataformas digitales, difícilmente muchos otros podrán emular.
Hijo de Vicente Fernández, el cantante fallecido en 2021, para muchos el último heredero de un reinado de intérpretes masculinos de rancheras -los otros fueron Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís-, Alejandro nunca ha dado la espalda al género en el que creció y se formó como artista. Sin embargo, también entendió que su contribución al género, a su vigencia, no excluía transitar caminos paralelos, como el pop, la balada o el bolero. Tras un largo tiempo, el intérprete regresa a nuestro país. El 1 de julio dará un concierto (22.00 horas) en el recinto portuario de Santa Cruz de Tenerife.
-‘Amor y Patria’, el nombre de la gira con la que ahora visita España, podría entenderse como una declaración de intenciones, pero ¿cómo definiría usted la razón de ser de este título?
“No, no es una declaración de intenciones. Responde al hecho de que nosotros, los mexicanos, solemos tener un patriotismo muy grande, un enorme amor a nuestra tierra, a nuestra cultura, a nuestra música, a nuestra gente… El sentido del nombre de esta gira va por ahí. Es amor a la patria y alude también al deseo de celebrar una fiesta mexicana en cada concierto que hacemos, como en España, a la que vuelvo tras un largo periodo. Ha sido un tiempo sin actuar ahí que, como diría Chespirito [el actor, humorista y escritor Roberto Gómez Bolaños], fue sin querer queriendo. Justo cuando íbamos a regresar, se nos atravesó el tema de la pandemia”.
-Han tenido que pasar cinco años para verle de nuevo en nuestro país. ¿Cuáles son los sentimientos, las emociones en este regreso a España, en su visita a Canarias?
“Canarias siempre ha sido uno de mis lugares favoritos, porque fue por donde entré a España. Las Islas fueron las que me abrieron la puerta, donde primero comenzaron a escuchar mi música. De manera que siempre voy a estar muy agradecido a este archipiélago y a su gente. Como digo, estoy muy feliz por este retorno: tenemos muchas cosas que contarnos y muchas más que cantarnos. Además, estoy muy ilusionado por mostrar esta nueva puesta en escena, Amor y Patria, con la que presentamos nuevas canciones, los hits de música mexicana más tradicionales, los temas de pop que todo el mundo conoce, pero con unos arreglos de mariachi diferentes”.
-Pocos artistas pueden decir que han sido número uno en ventas durante cuatro décadas consecutivas. ¿Cuál considera que ha sido su evolución, qué cambios se han producido entre el cantante que comenzó en los años 90 y el de la actualidad?
“Creo que hay muchísimas diferencias. Antes, sobre todo, los artistas nos dábamos a conocer a través de las casas discográficas, las emisoras de radio y los canales de televisión. Ahora existen muchas más plataformas con las que estás en contacto a cada momento con quienes siguen tu música a nivel mundial. Hace unos años, lo más habitual es que la vigencia, el éxito masivo de la gran mayoría de los artistas, no fuese más allá de cinco o diez años. En mi caso, no ha sido así. También creo que el género musical que escogí me ha permitido prolongar mi carrera todo este tiempo. Si miramos la historia de la música mexicana, los artistas suelen ser muy longevos, mucho más que en la trayectoria de los cantantes de pop. Por ese lado, la suerte me sonríe, porque nada te garantiza prolongar tu carrera artística. No hay un método, una regla de oro: si a la gente no le gusta lo que haces, difícilmente podrás continuar. Mi carrera dura ya 32 años y, sin embargo, los conciertos de esta gira creo que están siendo los más exitosos que he tenido nunca”.
“La energía para seguir adelante responde a mi gusto por los desafíos y a la suerte de poder dedicarme a la que es mi vocación”
-¿Dónde cree que radica la fuerza, la energía y la ilusión para seguir viajando por el mundo y presentar su música en los escenarios?
“Creo que responde a mi gusto por los desafíos, por las conquistas de los objetivos, nace de las ganas de ir a un lugar y plantar mi bandera, de las ganas de darte a conocer, de la suerte de trabajar en lo que más te gusta, de la ilusión de que tu música se escuche por todo el mundo, de trabajar con nuevos compositores que te ofrezcan algo diferente, esos cambios que tú necesitas… Es, en definitiva, la voluntad de estar siempre buscando”.
-¿De qué manera explicaría a alguien que aún no ha tenido la oportunidad de escucharlo en directo en qué consiste un concierto de Alejandro Fernández?
“Es una puesta en escena de música regional mexicana. Si se anima a venir al concierto, disfrutará de un pedacito de México. Pasaremos juntos dos horas, dos horas y cuarto, y nos vamos a divertir mucho”.
“La música mexicana siempre ha tenido la magia de saber ganarse al público de todo el mundo casi por sí sola”
-¿Qué tienen, a su juicio, las rancheras para que sigan estando completamente vigentes en pleno siglo XXI?
“La música mexicana siempre ha tenido esa magia. En otros tiempos, la promoción de determinados géneros musicales estaba mucho más limitada que ahora. Sin embargo, la música popular de México, en los años 30, 40 y 50 del pasado siglo, casi que no necesitó de ayuda para extenderse por todo el mundo. Se dio a conocer por sí sola en todas partes. Supo ganarse el gusto de la gente a nivel mundial. Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, Antonio Aguilar, mi propio padre [Vicente Fernández]… Ellos llevaron las rancheras a todos los rincones del planeta. También en su momento, además de su propia carrera como cantantes, recurrieron al cine como medio de difusión de este tipo de música”.
-Usted ha sabido combinar este género tradicional con la balada, con el pop y con el bolero. ¿Hay algún proyecto pendiente, alguna fusión musical que le gustaría abordar a corto o medio plazo?
“Siempre he estado abierto a experimentar, a encontrar otros caminos dentro de la música mexicana. Siempre que esa experimentación se desarrolle de una manera muy natural. Como decía, siempre estoy dispuesto a proseguir esa búsqueda, a llevar nuevos proyectos a los escenarios y que también, de alguna manera, eso sirva para interesar a nuevos públicos, a nuevas audiencias hacia este género”.