Viena ha estado al borde de la tragedia. La Unidad Antiterrorista de Austria evitó un posible ataque yihadista dirigido al desfile del Orgullo Gay que se celebró este sábado 17 de junio en la ciudad austriaca.
Los sospechosos, tres individuos de 14, 17 y 20 años, de origen bosnio y checheno, habían llevado preparado acciones que apuntaban a un ataque durante el evento LGTBIQ+ al que asistieron más de 300.000 personas.
La investigación reveló que los sospechosos planeaban llevar a cabo el ataque utilizando cuchillos o un vehículo motorizado. Tras el registro de sus domicilios, se encontraron armas blancas, como un sable, y se hallaron indicios de adquisición de armas en el extranjero. Además, se descubrió que uno de los sospechosos ya había sido investigado previamente por actividades terroristas.
Los tres individuos se encuentran ahora bajo custodia en un centro carcelario en Sankt Pölten. El jefe de la Dirección de Protección del Estado y Servicios de Inteligencia del Ministerio, Oscar Haijawi-Pirchner, aseguró que “en ningún momento hubo un peligro específico para los participantes en la marcha”. Con el fin de evitar causar pánico innecesario, el desfile no fue cancelado ni se informó a los organizadores sobre la amenaza latente.
Las autoridades lograron identificar a los sospechosos a través de sus perfiles en redes sociales, donde manifestaban simpatía por el grupo terrorista del Estado Islámico y compartían contenido extremista. Este descubrimiento fue crucial para prevenir el ataque planificado y llevar a cabo las detenciones oportunas.
El incidente pone de manifiesto la importancia de la cooperación entre los servicios de inteligencia y las unidades antiterroristas para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Las autoridades austriacas continúan investigando el caso y trabajando para prevenir futuros actos de terrorismo en el país.
