
Canarias está en el punto de mira de Naciones Unidas. De las casi 350.000 empresas de todo el mundo que han apostado por ser proveedores de Naciones Unidas, 4.615 son españolas (el 1,3% del total). Actualmente, la ONU es el principal organismo del mercado multilateral y genera contratos por valor de 29.500 millones de dólares (cerca de 27.500 millones de euros) cada año. Esta cifra, que equivale a tres veces el presupuesto que tiene el Gobierno de Canarias para el mismo período de tiempo, ha crecido un 67% en los últimos cinco años. La demanda es tan grande que se necesitan empresas de todos los tipos y tamaños, tanto de equipamiento como de construcción o de servicios. En Tenerife ya hay 60 empresas que se han sumado a esta corriente, de las cuales casi la mitad han logrado ser proveedores oficiales gracias a la ayuda de Tenerife Licita, un consorcio mixto de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo de Tenerife, que tiene por objetivo apoyar a las empresas de la Isla para que puedan concurrir a concursos públicos de organismos multilaterales, como la ONU.
Con este consorcio, el objetivo era que las empresas de la Isla pudiesen acudir a las más de 41 agencias que tiene el organismo, aunque sólo cinco se llevan casi el 70% del total (Unicef, el Programa Mundial de Alimentos, la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos y el Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (UNDP). Según los datos oficiales del organismo, las pymes firmaron contratos por valor de más de 6.300 millones de dólares. Además, este tipo de concursos tienen dos grandes ventajas. La primera, que el abono del contrato está asegurado desde que se inicia el borrador del proyecto, con lo que no hay riesgo de impago. El segundo, que se trata de un sector que no se ve sometido a las crisis económicas o políticas de los países. De hecho, cuando la mayoría de los negocios estaban con serias restricciones por la pandemia del COVID, los organismos multilaterales incrementaron de manera sustancial sus presupuestos.
Canarias tiene dos componentes que son interesantes para Naciones Unidas. Por un lado, dispone de un súper alimento, como es el gofio, que ya ha sido testado desde hace varias décadas en el sur de Argelia como instrumento para luchar contra el hambre. Recientemente, las Islas recibieron la visita de dos funcionarios del Programa Mundial de Alimentos, porque querían adquirir 1.000 toneladas de este tradicional producto canario.
La segunda ventaja está en su ubicación. Desde Nueva York, sede del Organismo, ven a Canarias (un territorio europeo) cerca de donde hay emplazadas algunas de las misiones de los cascos azules en África. Estos destacamentos requieren de todo tipo de productos, desde los neumáticos de sus vehículos, hasta los extintores o las vacunas del personal, entre otros. En ocasiones anteriores, se han celebrado reuniones informativas donde Naciones Unidas muestra cuál es su particular lista de la compra. Tan sólo la Misión para el Sáhara Occidental tiene un presupuesto de 60 millones de dólares, mientras que en Mali se ha autorizado un gasto de 1.262 millones. Ya son varias, las empresas canarias que están vendiendo gofio o haciendo envíos de material a los soldados de la paz.