Hace casi treinta años, una orangutana llamada Vanilla vivía encerrada en una pequeña jaula dentro de un laboratorio de investigación biomédica en Nueva York. Su mundo se reducía a los barrotes y no conocía nada más allá de ese entorno restrictivo. Pero todo cambió en un momento crucial de su vida. El momento entrañable está plasmado en el TikTok que Sky News (@skynews), ha publicado.
En 2017, el laboratorio cerró de forma inesperada, y Vanilla fue trasladada a un santuario de animales en Los Ángeles, California. Allí, al menos tuvo la oportunidad de estar en un lugar más amplio, aunque seguía sin poder explorar el mundo exterior. Sin embargo, dos años después, el santuario también cerró sus puertas, y Vanilla tuvo que enfrentarse a otro cambio.
Esta vez, la orangutana fue llevada a Chimp Haven, un santuario ubicado cerca de Shreveport, Louisiana. Durante todo ese tiempo, la vida de Vanilla había estado limitada por las jaulas metálicas, sin poder disfrutar de la libertad y las maravillas del mundo natural.
Pero en un giro inesperado, a mediados de junio, Vanilla y su hermana Shake fueron trasladadas a un santuario en Florida llamado Save The Chimps. Este espacio estaba destinado a cuidar a orangutanes rescatados como ellas. Era un nuevo comienzo para las dos hermanas.
Según se puede apreciar en el Tik Tok, cuando llegaron al santuario, los miembros de Save The Chimps documentaron su llegada y compartieron la historia en las redes sociales. Shake, llena de valentía, escapó rápidamente de la jaula en la que fueron transportadas, ansiosa por explorar su nuevo hogar. Pero Vanilla dudaba. No sabía qué esperar, ni siquiera sabía si debía salir.
@skynews Save the #Chimps, a private sanctuary in Fort Pierce, said 28-year-old #Vanilla was “awestruck” as she saw open #sky for the first time. Before moving to #Florida, she lived in a #lab ♬ original sound – Sky News
Sin embargo, la curiosidad y el aliento de otro animal la motivaron a dar el paso. Con un poco de temor pero también con esperanza, Vanilla salió de su confinamiento. Y lo que vio la dejó asombrada. El cielo se extendía ante ella, amplio e infinito. Con la mirada fija hacia arriba, Vanilla se quedó inmóvil durante unos instantes, sorprendida y maravillada por la inmensidad del firmamento. Para ella, era un privilegio poder estar al aire libre, respirar el aire fresco y contemplar el vasto cielo.
En Save The Chimps, Vanilla encontró una nueva familia. Se integró en un gran grupo de orangutanes que también habían sido rescatados y compartía su amor por la libertad. Se adaptó rápidamente y estableció lazos especiales con otros chimpancés, especialmente con Dwight, el macho alfa, quien le dio la bienvenida con un cálido abrazo.
Ahora, Vanilla tiene un lugar favorito en el santuario: una plataforma escalada de tres pisos. Pasaba horas allí, disfrutando de la sensación de altura y observando el mundo desde una nueva perspectiva.
Después de años de encierro, finalmente pudo experimentar el asombro y la grandeza del cielo abierto. Es un testimonio de la resiliencia y la capacidad de adaptación de los animales cuando se les brinda una segunda oportunidad.