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El cambio climático dispara los incendios forestales en el planeta

Mientras el fuego devora bosques en Canadá y parte del Mediterráneo ayudado por el récord de temperaturas, las Islas sufren otros sustos en Tenerife y Gran Canaria
El cambio climático dispara los incendios forestales en el planeta
El incendio declarado ayer en Tejeda, en las cumbres de Gran Canaria, ha quemado unas 200 hectáreas y evoluciona favorablemente. | Twitter Cabildo de Gran Canaria

Por mucho que insistan los negacionistas, la realidad, siempre tozuda, no hace más que confirmar en lo que llevamos de verano que, como estaba anunciado, los llamados incendios de sexta generación son cada vez más numerosos en el planeta. Estos son capaces de modificar las condiciones meteorológicas de la zona afectada por las llamas y su entorno más inmediato con fuegos rápidos y agresivos, en los que las llamas pueden superar la velocidad de seis kilómetros por hora, lo que supone entre seis y doce veces la velocidad de un incendio al uso. Canadá, Grecia, Italia o Argelia son otros países que hoy en día padecen los estragos causados por estos siniestros.

Detrás de tan catastrófica proliferación se encuentra el cambio climático, como una vez más se refleja en un estudio científico, en este caso, el publicado ayer por el grupo World Weather Attribution (WWA, en inglés, una colaboración académica entre especialistas mundiales de reconocido prestigio), donde se apunta que la razón de su ferocidad es el cambio climático antropogénico (producido por el ser humano).

Los hechos son incuestionables. Solo en Canadá la temporada de incendios forestales de este año ha dejado incluso pequeña a la pésima de 2021, cuando más de cuatro millones de hectáreas ardieron por las cerca de nueve que llevan siendo pasto del fuego en 2023, una extensión similar a la de toda Portugal. El humo que surge desde dicho país de América del Norte ha causado trastornos en no pocas zonas de su vecino, EE.UU, y desde el pasado mes llegó incluso a Europa.

Desde la perspectiva canaria, la tragedia que vive Rodas, una isla griega eminentemente turística que sigue asombrando por la virulencia de unas llamas que continúan sin control pese al apoyo internacional para sofocarlas y que han devorado ya no pocos hoteles, a la par que obligado a evacuar a miles de turistas, es un claro ejemplo de que la catástrofe ecológica va de la mano de la crisis económica.

Corfú, Egio, Evia e Yliki son otras áreas del país helénico afectadas por los incendios surgidos en esta sucesión de olas de calor que sufre parte de Europa y que bate plusmarcas históricas por doquier.

La lista es enorme. En Argelia ya son 34 los fallecidos y más de 1.500 los evacuados por esta causa, mientras que en Italia hasta el aeropuerto de Palermo (Sicilia) ha tenido que dejar de operar. Ayer, en un accidente de un hidroavión en el incendio de la isla griega de Eubea murieron dos personas.

En Canarias, de momento, vamos escapando, aunque el incendio de Puntagorda (La Palma) tenía enjundía suficiente para ser una enorme desgracia que las emergencias y algo de suerte con el clima lograron evitar. Ayer mismo se peleaba contra el fuego tanto en Tejeda (Gran Canaria) como en San Andrés (Tenerife). Hay vecinos con las barbas caladas…

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