“Esta carretera era un túnel fresco, como hacer una excursión hacia Las Galletas”, así explicaba ayer una vecina del núcleo de Guargacho (Arona-San Miguel de Abona) cómo era una de las pocas zonas arboladas que quedaban en el Sur y que se encontraba en los márgenes de la carretera general TF-652 a su paso por la localidad.
En el lugar, efectivamente, operarios del Cabildo de Tenerife se afanaban, todavía ayer, en talar los árboles que quedaban tras una primera operación de eliminación de ejemplares que se llevó a cabo hasta que el Ayuntamiento de Arona, en junio de 2021, protestó por los trabajos que estaba desarrollando la corporación insular.
Estos árboles fueron plantados por el municipio hace más de dos décadas y fueron mantenidos por el Ayuntamiento hasta que en 2016 traspasó al Cabildo las labores de mantenimiento.
En una primera fase desaparecieron en torno a cuarenta ejemplares. En esta segunda, ya se supera la decena. “No hay sombra en todo el Sur y van y talan los árboles sin avisar. Los vecinos nos quedamos fríos”, relata otra vecina.

Ya cuando se realizó la primera de las talas por parte del Cabildo, la operación generó un gran malestar entre los habitantes de este núcleo compartido entre Arona y San Miguel.
En este caso, fuentes de esta institución explicaron a este periódico que la tala de árboles “forma parte de las obras de remodelación de la vía en ese enlace, que son necesarias para mejorar la seguridad” en el que, efectivamente, es un punto negro de accidentes.
Sobre la posibilidad de trasplantarlos, desde el Cabildo se asegura que “en la mayoría de los árboles es imposible, salvo en seis ejemplares”, además de añadir que los trabajos cuentan con los informes técnicos favorables y que ninguno es de una especie endémica.
La corporación insular se encuentra remodelando la conexión entre las carreteras generales TF-652 y TF-653. Los vecinos, por su parte, insisten en que “esos árboles deberían ser protegidos.