OceanGate se hizo tristemente conocida a nivel mundial debido a un fatídico accidente el 18 de junio, cuando su sumergible Titán desapareció en medio del océano durante una expedición para ver los restos del Titanic, causando la trágica pérdida de cinco vidas. Como consecuencia, la compañía decidió suspender todas sus operaciones. Sin embargo, Guillermo Söhnlein, uno de los cofundadores de la empresa, concedió una entrevista a Business Insider en la que reveló sus audaces planes para enviar una flota de humanos a Venus.
Söhnlein tiene la ambición de llevar a cabo este viaje en el año 2050 y aspira a ver a mil personas explorando las nubes de ácido sulfúrico de Venus. A pesar del escándalo relacionado con una de sus empresas, el visionario empresario enfatiza que la humanidad necesita seguir superando los límites de la innovación y que su plan, aunque parezca descabellado, podría ser un gran avance para la especie.
“Olvídense de OceanGate. Olvídense de Titán. Olvídense de Stockton”, declara Söhnlein, enfatizando que la humanidad se encuentra al borde de un potencial salto hacia adelante, y es fundamental aprovecharlo para no quedarse estancados en el statu quo.
El empresario compartió algunos detalles de su ambicioso plan, el cual tiene una visión a largo plazo. Aunque admite que es aspiracional, también considera que es factible de lograr con las tecnologías adecuadas y una fuerte determinación.
Cabe mencionar que la visión inicial de OceanGate era desarrollar sumergibles tripulados asequibles, que podrían alquilarse para explorar las profundidades del océano, con la intención de que estas tecnologías sean útiles en el futuro para el transporte y la exploración espacial con tripulación humana. A pesar de los desafíos y obstáculos, Guillermo Söhnlein y su equipo mantienen su visión y esperan hacer realidad su ambicioso proyecto en las próximas décadas.
OceanGate suspendió sus operaciones
OceanGate, el fabricante del submarino Titán que sufrió una implosión a mediados de junio cuando se encontraba realizando una inmersión para visitar los restos del Titanic, ha suspendido todas sus operaciones.
La compañía confirmó en un mensaje en su propia página web que había suspendido “todas las operaciones comerciales y de exploración” tras la mortal implosión del sumergible, que se saldó con la muerte de los cinco pasajeros que iban a bordo.
A bordo del submarino viajaban el fundador de la compañía que organizaba expediciones, Stockton Rush, el empresario y aventurero británico Hamish Harding, el explorador francés Paul Henry Nargeolet, el empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, de 19 años.
