En el mes de abril pasado, los habitantes de París expresaron una abrumadora oposición del 89% mediante un referéndum auspiciado por el Ayuntamiento, rechazando la continuidad de los patinetes de alquiler en la ciudad. Ahora, tras cinco meses, esta determinación se ha materializado. A partir del viernes 1 de septiembre, París se consagrará como la primera capital europea en implementar una prohibición total de estos vehículos de libre servicio, los cuales desaparecerán por completo de sus calles.
La presencia constante de patinetes eléctricos, zigzagueando entre los peatones o abandonados en medio de las aceras, había generado un sentimiento de frustración entre muchos parisinos. A pesar de que su velocidad estaba limitada a 10 km/h, se les atribuyeron numerosos incidentes. A pesar de que la opción contraria a los patinetes obtuvo un aplastante 89% de apoyo, solo un escaso 7,46% de las personas registradas en las listas electorales participaron en la consulta.
Los tres operadores principales, Lime, Tier y Dott, han perdido la autorización para utilizar el espacio público con sus servicios. Desde principios de agosto, los 15.000 patinetes han sido gradualmente retirados de las vías públicas, y solo unos pocos quedaban disponibles, principalmente en el centro de la ciudad.
De los 5.000 patinetes eléctricos de la empresa alemana Tier, aproximadamente un tercio será destinado a alrededor de 80 localidades de los suburbios y zonas cercanas a París, mientras que el resto será redirigido a Alemania.
Dott trasladará sus patinetes a Bélgica y Tel Aviv. Los característicos monopatines eléctricos verdes de Lime serán llevados a Lille, en el norte de Francia, así como también a Londres, Copenhague y varias ciudades alemanas. Según datos proporcionados por estos operadores, alrededor de 400.000 personas utilizaron monopatines en París durante el año 2022.
