Han sido muchos años de promesas, de conflictos, pero también de deterioro y abandono a la espera de unas obras que nunca llegaban. El pasado mes de julio todo eso quedó atrás, y el Parque Cultural Viera y Clavijo se sumergió en el que va a ser su renacer como uno de los principales espacios culturales de la ciudad, gracias una inversión de 11,8 millones. El proyecto diseñado por el arquitecto Fernando Menis ha comenzado a plasmarse de la mano de la empresa Sando, adjudicataria de la obra, que ya ha empezado con uno de los trabajos más importantes, y que no es otro que asegurar la cimentación del edificio principal del Viera y Clavijo.
Desde el pasado mes de julio, y después de que una empresa especializada vaciara de enseres el edificio (hay que recordar que estuvo ocupado durante muchos años), los operarios se han puesto manos a la obra para dejar al descubierto los cimientos antes de proceder a su refuerzo. Como explica el concejal de Obras de Santa Cruz, Javier Rivero, “tras los trabajos de cerramiento perimetral, en estos primeros meses hemos avanzado en la retirada de enseres, ropa y otro tipo de residuos que se encontraban en la zona interior del Viera y Clavijo, y comenzamos con la fase de demolición interior y primeras excavaciones para las catas de la cimentación, recordando que una de las claves de este proyecto es el refuerzo estructural”.
Paralelamente, se ha venido trabajando en el muro exterior del parque, en la parte que da hacia la Rambla, un muro que se está desmontando, puesto que el proyecto de Menis ofrece una continuidad diáfana entre la Rambla y el parque. “En esta zona exterior también será uno de los espacios en los que se acometerán demoliciones durante las próximas semanas, destacando la del muro hacia la Rambla. Esperamos que la cabalgata de Reyes del 2026 transcurra por una Rambla con el espacio de parque totalmente integrado con el entorno”.
En lo que a la recuperación del edificio se refiere, Menis ha plasmado sobre el papel la construcción de cuatro nuevos núcleos de comunicación vertical para dar solución al problema de accesibilidad que presenta el edificio central. En el semisótano del ala sur se añade un nuevo espacio, como almacén/depósito en conexión con el nuevo montacargas. Esto permite la accesibilidad a todas las plantas del edificio.
Se pretende resolver las conexiones peatonales con el entorno, de modo que se favorezca el acceso a pie al espacio. Esto supone que los muros exteriores serán eliminados, dando continuidad a la transición entre el parque y la Rambla, como ya se ha apuntado. Además, el inmueble dispondrá de una cubierta transitable que se acondicionará para la realización de actividades al aire libre, con magníficas vistas sobre el entorno inmediato de la ciudad, y supondrá, además, la recuperación del entorno de este Bien de Interés Cultural (BIC).
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, no esconde la satisfacción que le produce que las obras del Viera y Clavijo hayan empezado, las de un compromiso que adquirió a su llegada a la Alcaldía. “Después de tantos años peleando para desbloquear un expediente que era complejo, que tenía falta de financiación, que en un primer momento tuvimos la incomprensión del Gobierno de Canarias sobre lo que tenía qué asumir, después de tanto tiempo, lo cierto es que estamos plenamente satisfechos de ver que las obras comienzan y continúen a buen ritmo hasta que se finalice la obra”.
Si todo va en plazo, como indica Bermúdez, la previsión es que para finales de 2025 estén ya terminadas, y si hay el suficiente consenso es posible que se acometa, o al menos se deje encaminada la solución con el Teatro Pérez Minik que por ahora ha quedado al margen de esta intervención. “Con el Pérez Minik tenemos que buscar un acuerdo con el Cabildo sobre qué hacer con él que y que, indiscutiblemente, hay que buscar un acuerdo para tener un criterio único desde el área insular de Patrimonio Histórico como desde la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento”, apunta el alcalde, que añade que “estoy convencido de que lo lograremos para poder incluir también esa rehabilitación en esa zona”.
Y es que mientras la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz no es partidaria de demoler el Pérez Minik, desde el Cabildo, los técnicos entienden que es un añadido al conjunto por lo que no es necesaria su conservación, por lo que se podría crear una nuevo espacio escénico en el lugar que ahora ocupa el teatro.
En cuanto a los futuros usos de este inmueble, el alcalde, y tras el fallido intento de que se convirtiera en la sede del Museo Rodin, ha avanzado en varias ocasiones que su intención es que, antes de que termine este año, iniciar los contactos oportunos con los distintos colectivos culturales para definir los usos del Viera una vez rehabilitado. “La idea es poder concretar en una decena de propuestas los posibles usos para, luego, convocar un procedimiento de participación ciudadana en el que se puedan votar estas ideas”, ha apuntado.
Lo cierto es que conseguir hacer del Parque Cultural Viera y Clavijo un referente va a necesitar de mucho consenso, y no solo del mundo de la cultura, sino de toda la ciudadanía para que el proyecto que ahora se ejecuta alcanza su máxima expresión.
En el exterior del edificio, se procederá a la incorporación de nueva vegetación compatible con la existente, evitando así cualquier tipo de deterioro en la actual del parque.
Concretamente se pretende crear un bosque de ceibas, como la que ya existe en el jardín, y a la que se ha unido la que el pasado mes de julio se plantó como forma simbólica del inicio de la transformación del Viera y Clavijo.
Será en 2025, cuando se cumplan 123 años de la construcción del edificio que toma su nombre del botánico José Viera y Clavijo, cuando comience una nueva vida para el parque, que verá como el proyecto original del arquitecto Mariano Estanga y del ingeniero José Rodrigo Vallabriga, se transforma en el de Fernando Menis. Hay que recordar que fue sede del Colegio de la Asunción, antigua iglesia neogótica fundada por monjas belgas, transformada posteriormente en el primer colegio para mujeres de Tenerife, que estuvo funcionando hasta 1978. Fue declarado BIC en 1986.
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