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Pedro Mari Sánchez: “En este oficio nadie tiene la verdad absoluta sobre lo que funciona o no con el público”

El veterano actor de cine, teatro y televisión Pedro Mari Sánchez, unido estrechamente a Tenerife desde hace muchos años, estrena en el capitalino Teatro Guimerá la función Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó
Pedro Mari Sánchez: "En este oficio nadie tiene la verdad absoluta sobre lo que funciona o no con el público"

El veterano actor de cine, teatro y televisión Pedro Mari Sánchez, unido estrechamente a Tenerife desde hace muchos años, estrena en el capitalino Teatro Guimerá la función Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó, que coprotagoniza junto a Gonzalo de Castro y en la que también actúan José Bustos y Carmen Barrantes. La obra está dirigida por José Troncoso y producida por Focus, y, en la actualidad, se encuentra de gira por todo el país. La función en el Guimerá tendrá lugar el próximo viernes y el sábado, a las 20.30 horas.


-Aterriza en Tenerife con la obra ‘Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó’ los días 29 y 30 de septiembre. ¿Qué van a poder disfrutar los espectadores que acudan al Teatro Guimerá?
“Disfrutarán de una comedia, con mucha miga, como debe tener toda comedia, en la que conocerán secretos sorprendentes sobre cómo se fraguó la que se convertiría en una película para la historia del cine. Verán dos maneras de entender no solo el cine, sino la vida misma por parte de David O. Selznick, el productor cinematográfico, y de Ben Hecht, el guionista más importante de Hollywood en aquel momento. Ambos eran judíos y amigos y tenían muy diferentes opiniones acerca de la historia que Selznick quería llevar a la pantalla. Tuvieron grandes enfrentamientos, pero les unía una pasión común: el cine”.


-Llevan girando por todo el país con esta obra, ¿Qué balance hace?
“Es un gran placer para nosotros percibir cómo respira el público y cómo se emociona o ríe, cómo sigue la peripecia de estos personajes que vivieron casi una semana encerrados día y noche en un despacho hasta dar con la versión ideal que el productor quería para su película. El público nos hace saber que están con nosotros y eso es magnífico”.


-¿Qué supone para un actor de su trayectoria interpretar el papel del guionista Ben Hecht? ¿Impone versionar un clásico como ‘Lo que el viento se llevó’?
“Es una joya, porque Hecht era un tipo brillante, de éxito, con un espíritu crítico enorme. Fue la voz discordante en esa remodelación que Selznick buscaba para Lo que el viento se llevó. Hecht estaba en contra de esa idealización sureña de la vida, con esclavos cantando alegres mientras se dejaban las manos y la vida en los campos de algodón. Se llevaba fatal con el director Victor Fleming, a quien encargó Selznick la nueva dirección de la película tras despedir a George Cukor. Creía, además, que las películas sobre la guerra civil no gustaban y se equivocó porque aquello se convirtió en la película más taquillera durante décadas. En este oficio nadie tiene la verdad absoluta sobre lo que funciona o no con el público”.


-¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de preparar este personaje?
“Pues tiene la función de ser la parte crítica frente al entusiasmo del productor, el héroe de la obra (el personaje que interpreta Gonzalo de Castro) y, al ser una comedia, tiene que poner ese punto de vista crítico con la mayor contundencia y sentido de estilo. El equilibrio entre sentido del humor y verdad escénica siempre es difícil y hay que respetar escrupulosamente la seriedad con la que como actor se ha de afrontar el trabajo. Tengo la fortuna de que mi personaje dice alguna de las sentencias más demoledoras de la función y que hacen que el público ría con verdadero placer; un privilegio”.


-Comparte cartel con Gonzalo de Castro, José Bustos y Carmen Barrantes. ¿Qué tal la experiencia?
“Por muchas razones está siendo una experiencia brutal. Por un lado, Gonzalo y yo llevábamos bastante tiempo intentando subir al escenario juntos. Hacía años que no lo hacíamos, nos admiramos y estuvimos a punto de hacer un espectáculo que la pandemia se llevó por delante, cuando le surgió este que estamos haciendo con el que disfrutamos como niños, o sea: un lujo. Por otro lado, trabajar con Carmen Barrantes y con José Bustos, con quienes no había coincidido antes, es una maravillosa suerte porque hemos encajado en trato, en compromiso, en nivel de exigencia y en entregarnos al juego teatral por completo. Una gran experiencia”.


-Además de teatro, le hemos visto recientemente coprotagonizando con Emma Suárez la película ‘Alguien que cuide de mí’, dirigida por Elvira Lindo y Daniela Fejerman. ¿Cómo ha sido la experiencia?
“Eso es un sueño hecho realidad, literalmente. Un personaje que Elvira escribió pensando que yo pudiera interpretarlo… no sé cómo decirte, porque admiro y adoro a Elvira. Y, además, iba a trabajar por primera vez con Emma Suárez, a la que admiro y tengo un cariño enorme desde siempre. La vida de este personaje, el mundo que puede mostrar con pequeñas cosas, es algo tan grande y tan sencillo al tiempo, que casi no tengo palabras para describir lo bien que lo he pasado, lo feliz que me han hecho sentir con este trabajo tanto Emma, como Elvira, Daniela Fejerman, Aura Garrido, Víctor Clavijo, Magüi Mira… todos. He jugado al cine verdaderamente a gusto. Feliz”.


-Como actor que empezó muy joven en la industria cinematográfica, ¿qué balance puede hacer del cine español?
“El cine español ha tocado el cielo desde hace muchos años: desde Surcos, Viridiana, Plácido o Atraco a las 3, por ejemplo, hasta el cine actual, cada vez más reconocido internacionalmente; más frecuentado, diría yo. Es necesario que se le reconozca, internamente, por nuestros gobiernos y por nuestra gente, el valor que esta disciplina artística tiene y su importancia estratégica para construir y dar a conocer nuestro relato como país”.


-¿Qué otros proyectos está llevando a cabo y nos puede avanzar?
“Estoy rodando la serie Ena, de Javier Olivares, sobre la novela de mi querida y admirada Pilar Eyre. Tengo zarzuela este otoño en Valencia, Pan y Toros. También he sido invitado a participar en un proyecto interesantísimo del que todavía no puedo decir casi nada: solo que lo dirige una de las figuras más importantes de la lírica mundial. Dentro de poco, espero, podré dar más detalles”.


-Actor, cantante, escritor… ¿Qué le queda a Pedro Mari Sánchez por hacer o qué sueño le queda por cumplir?
“Muchos, muchos. Recientemente Juan Echanove me dio la oportunidad de debutar en la lírica con Pan y toros. A mis casi 70 años emprender una nueva aventura o disciplina de esa envergadura me ha rejuvenecido no sabes cuánto. Y repetiremos muy posiblemente y si todo se cumple felizmente dentro de no mucho. Escribo y quiero llevar lo que escribo a la escena y a la pantalla. Y retirarme, dentro de mucho, mucho tiempo, a vivir a Tenerife, frente al mar”.

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