La Comisión Europea continúa su lucha contra los microplásticos. Después de prohibir productos como la purpurina, ahora las políticas impulsadas desde Bruselas apuntan al mundo deportivo.
En un comunicado reciente, la institución ha solicitado que todas las superficies de césped artificial utilizadas en el deporte base sean eliminadas en un plazo máximo de ocho años.
“La Comisión Europea da otro paso importante para proteger el medio ambiente mediante la adopción de medidas que restrinjan los microplásticos añadidos intencionalmente a los productos bajo la legislación química REACH de la UE”, se explica en el documento.
Una de las referencias incluidas es la de “todas las partículas de polímero sintético que tienen un tamaño menor a cinco milímetros, son orgánicas, insolubles y no se degradan”.
Esta definición se ejemplifica con varios casos, como el material de relleno granular utilizado en superficies deportivas artificiales, que es la principal fuente intencionada de microplásticos en el medio ambiente.
En España hay más de 10.000 campos de fútbol
La intención de Bruselas de disminuir la contaminación de microplásticos en un 30% para 2030 genera preocupación en el ámbito deportivo tanto europeo como español. Sólo en nuestro país existen más de 10.000 campos de fútbol, según datos de El Confidencial. A esto hay que añadir todas las demás disciplinas deportivas que utilizan este tipo de instalaciones, como el pádel o el hockey.
El anuncio marca el inicio de una cuenta regresiva con mucho en juego para el deporte no profesional, que depende en gran medida de este tipo de recursos para hacerlo accesible para los jóvenes y los aficionados. A partir de hoy, se inicia un nuevo desafío para el deporte de base.