Andrés es estable, obediente, maduro para sus tres años de edad, sociable, juguetón y a su aire a la vez. Bimba llegó con una desnutrición severa, pero su cara de felicidad responde a que es una adolescente que por primera vez es feliz y se trabaja para que tenga el futuro que se merece.
El nombre de Pelleja responde al estado en el que fue encontrada, un manojo de piel y huesos. Esta perra cazadora es tímida y, a la vez, un saquito de amor cuando se le demuestra que puede confiar en las personas.
Los tres tienen en común que han sido encontrados en agosto tras el incendio forestal que asola a la Isla y que no ha logrado ser extinguido. Ninguno tenía chip y tampoco ha sido reclamado por un dueño o dueña. Son los perros olvidados del incendio y acogidos por la Red de Cuidados frente al Incendio Forestal (RCI).
Esta red tiene su semilla en la pandemia de la COVID-19 cuando varias personas se unieron para ayudar a quienes peor lo estaban pasando en el marco de una crisis que dejó enormes consecuencias en la población.
Tres años después, se ha vuelto a reactivar como consecuencia del incendio, conscientes de que no podían mirar para otro lado. Su integrantes se organizan a través de WhatsApp y se dividen en cinco grupos diferentes según las necesidades: transporte, material, comunicación, acogida de personas y de animales.
Este último cuenta con tres coordinadoras que fueron por los pabellones en los que había animales alojados, sobre todo en el Quiquirá, en La Orotava, para ver cómo podían ayudar. Al cerrar el albergue provisional que se había organizado en el lugar, quedaban seis perros sin chip y por los que nadie había reclamado, así que decidieron asumir ellas su cuidado. Algunos ni siquiera se sabe cómo llegaron allí, los llevaron responsables de Salvamento, tras encontrarlos en una carretera escapando de las llamas.
Se negaron a derivarlos a una protectora y pidieron a los responsables municipales un plazo para buscarles una familia de acogida. A través de las redes sociales comenzaron a publicar fotos, las características de cada uno de ellos y las necesidades que tenían para darles una buena visibilidad. Fruto de ese trabajo consiguieron que tres de ellos fueran adoptados, pero Bimba, Andrés y Pelleja no han tenido la misma suerte.
De momento, los tres están en casas de acogida, pero de manera temporal y a través de la red ayudan a financiar sus gastos de comida y de veterinario, pero estas familias por distintas situaciones no se pueden hacer cargo y por eso siguen trabajando para buscarles una adopción responsable y un final mejor del que le esperaba en una protectora.
Quienes quieran colaborar, ya sea con la adopción de alguno de los animales o con aportaciones, pueden hacerlo a través de sus redes sociales: Instagram (@losperrosdelarci) y Facebook (@los.perros.de.la.rci) y pueden también aportar a través de bizum 620 530 228.
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