Los reyes Felipe y Letizia visitaron ayer la zona afectada por el incendio forestal y posteriormente se reunieron con miembros de los servicios de emergencias en Arafo, uno de los 12 municipios afectados, donde recibieron el calor de los vecinos.
La jornada comenzó con una visita al mirador de Chipeque, en Santa Úrsula, donde los reyes fueron recibidos por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo; la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila; la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles; la presidenta del Parlamento, Astrid Pérez, y el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, entre otras autoridades.
En este punto fueron ilustrados por el técnico de medio ambiente e incendios del Cabildo Pedro Martínez sobre cómo el fuego avanzó por el Valle de La Orotava y amenazó los núcleos de población de la zona, así como sobre las dificultades de las labores de extinción por los cambios de dirección del viento.
La niebla y la humedad, que tanto han ayudado estos días para sofocar las reactivaciones del incendio, que se declaró el pasado 15 de agosto y que aún no se ha extinguido, frustraron la foto de familia con la imagen del Teide de fondo.
Pedro Martínez admitió que las lluvias de estos días han venido “muy, muy bien” pero incidió en que sigue habiendo “puntos calientes” y humo de los fuegos de subsuelo que, en todo caso, no generan “ningún problema”, porque al salir se encuentran con material que está húmedo, y el fuego no tiene capacidad de arder.
“Si las condiciones siguen igual, las perspectivas son positivas, pero ese fuego de subsuelo sigue activo, aunque enfriándose poco a poco”, añadió. El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, aprovechó la visita de los reyes para reclamar su intercesión para que Canarias cuente con una base permanente de medios aéreos contra los incendios vista “la experiencia” acumulada a lo largo de los últimos 63 días.
Linares abundó en que los incendios son cada vez más frecuentes, “antes era cada 6 o 7 años, ahora está pasando una vez al año”, y en el más reciente “hemos perdido casi el 10% de la corona forestal”; pero a pesar de los “daños medioambientales brutales” que ha provocado “hemos tenido relativamente suerte” porque solo ardió una vivienda, celebró.
Por su parte, el alcalde de Santa Úrsula, Juan Acosta, transmitió a los reyes la pesadilla vivida por los vecinos, con miles de evacuados, pero subrayó la “piña” formada por todos para evitar que el fuego causara males mayores.
Desde el mirador de Chipeque la comitiva se dirigió hacia el pueblo de Arafo, donde se originó el incendio, y allí Felipe VI y Letizia se reunieron con casi una treintena de personas, entre consejeros del Gobierno de Canarias, representantes de los efectivos de emergencia y de sectores damnificados como el agrario, el apícola, de la restauración o la hostelería, entre ellos Nicomedes Carballo Fariña, arafero de 80 años, último cabrero tradicional y único con permiso para pastorear por la cumbre.
Tras este encuentro, desarrollado en el centro cultural de Arafo, los reyes se acercaron hasta la plaza del pueblo, atestada de vecinos, a los que saludaron uno por uno, entre vivas y piropos, e incluso posaron para selfis con varios jóvenes que se lo pidieron. La reina tuvo un gesto muy aplaudido, al tomar en sus brazos a un niño que resultó ser el hijo de Sislena Caparrosa, la cantante tinerfeña del concurso televisivo Tú sí que vales e hija del recordado Nilo Caparrosa. Tras varias carantoñas, lo devolvió a los brazos de su abuela.