conversación en los limoneros

Paulino Rivero: “El fútbol es más sincero que la política porque privan los sentimientos”

El presidente del Club Deportivo Tenerife concede una entrevista para hablar de la estructura deportiva
Paulino Rivero: “El fútbol es más sincero que la política porque privan los sentimientos”
Foto: Sergio Méndez

Paulino Rivero Baute (El Sauzal, 1952) ha sido mucho más de lo que es hoy, presidente del C.D. Tenerife. Ocupó el cargo de diputado al Congreso por Coalición Canaria, fue parlamentario regional, alcalde de El Sauzal, consejero del Cabildo de Tenerife y presidente del Gobierno de Canarias, además de máximo responsable del partido político que traslada al Estado los afanes de los canarios, o que debería hacerlo: Coalición Canaria.

No queda ahí: presidió la Comisión del 11 M, que investigó el sangriento atentado terrorista de los trenes en Madrid, la investigación parlamentaria más importante sobre terrorismo internacional que acometió nuestro Congreso de los Diputados. Le pregunto: “Fuiste un presidente de esa comisión designado por el PSOE y por el PP; la primera vez que se ponían de acuerdo los dos grandes partidos en algo tan importante. ¿Te concedieron la Gran Cruz del Mérito Civil?”. Paulino me mira y me dice que no. Qué tristeza, sólo se las reparten entre ellos.

A estas alturas de su vida, a Paulino (casado, dos hijos) no le asombra nada, ni siquiera que un grupo de socios del Tete con grandes paquetes de acciones le eligieran presidente del Club, con el beneplácito tanto de los sindicados (José Miguel Garrido, Amid Achí, Conrado Bacallado) como de los versos sueltos (Juan Pelayo, Rayco y algunos más). Resulta que, a la chita callando, Paulino y sus colaboradores, la gente que incorporó Garrido y la que estaba aquí, está tejiendo una madeja social, una estructura deportiva que el presidente nos va a contar hoy, sentados como estamos en una mesa de Los Limoneros, en torno a una merluza a la gallega, a la que no se le puede decir que no. Como tampoco le decía el pobre Javier Pérez que no a una mariscada presentada por su gran amigo Augusto César Lendoiro, presidente que fue del Super Depor y hoy por allá, por Galicia, viviendo sueños imposibles.

-También es el Tenerife algo más que un Club. Por lo que veo.

“No había pensado copiar el eslogan del Barça, pero sí”.

-Cuéntame.

“Estamos firmando convenios de apoyo técnico, médico y deportivo con 271 equipos, ya confirmados, que reúnen a más de 5.200 chicos de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Gomera. Pronto estaremos en todas las islas”.

-Ya he leído en este periódico que varios equipos juegan en Gran Canaria con la camiseta del Tete. ¡Vaya logro!

“Gracias a Julio, presidente del Universitario, ahora tenemos allí, en Gran Canaria, 18 equipos y nuestra penetración va en aumento con intención de captar futbolistas desde cadetes a juveniles”.

-Esto significa esfuerzo y dinero, ¿no?

“Sí; mira, Tenerife tiene un millón de habitantes, pero consideremos la isla como una ciudad. De punta a punta no hay cien kilómetros. ¿Por qué no imitar el modelo de Vizcaya, o de Guipúzcoa, con población similar? Es preciso despertar un movimiento identitario. Que nos sintamos orgullosos de nuestros símbolos, de nuestro escudo. Fomentar el patriotismo deportivo. Ya lo sé, me vas a decir que es un proceso lento, pero había que ponerlo en marcha y lo henos hecho”.

-Paulino, yo soy amigo tuyo y me siento en la obligación de decirte que todo eso, y mucho más, depende de que la pelotita entre.

“Mi respuesta va a ser más breve que tu comentario. No importa, podremos ganar o perder, pero socialmente vamos a salir muy fortalecidos”.

-¿Son tipos difíciles de lidiar los grandes socios, los sindicados y los versos libres?

“Para nada, porque todos quieren al Tenerife”.

-Sí, pero Garrido me dijo una vez que el Club se podría vender, llegado el caso. Que no le iba a temblar el pulso.

“Esto es un negocio, aparte de los sentimientos que puede producir un equipo de fútbol profesional, que trascienden el propio negocio. Pero estamos hablando, repito, de fútbol profesional y las cosas son así. Lo que tenemos que procurar es que nunca haya necesidad de vender. Jamás se han repartido dividendos en este Club. Es decir que, a la vista de ello, puede deducirse que gran afán de negocio no parece haber, aunque sea lícito que exista”.

-Siempre hablamos de Javier Pérez, pero Miguel Concepción también fue un gran presidente.

“¡Hombre!, ¿quién lo duda? Cogió al Club en la ruina, tras la etapa de Pérez de Ascanio; el Tenerife estaba a las puertas de la disolución, con una deuda de 54 millones de euros, y lo dejó con nueve millones, a largo plazo. Estamos completamente saneados. Y, además, hoy es todo más fácil porque contamos con el asesoramiento y el control de la Liga, que funciona muy bien”.

-¿Y cuántos abonados tiene el Tete hoy?

“Alrededor de 15.500. Y una afluencia de público al estadio cuya media está llegando a los 18.000 espectadores, que son más, porque los abonados que no asisten a los partidos también pagan”.

-Tu relación con el Club viene de lejos.

“Tú viajabas conmigo a los partidos en la época de Javier. Yo soy un forofo del Tenerife, es el equipo de mi tierra. Fui quien vendí a los empresarios los palcos del estadio, creo que se sacaron quinientos millones de las antiguas pesetas que revirtieron en el Club. Fui el que convencí a los dueños de los terrenos de la ciudad deportiva de Geneto que no se quedaran con ellos, que los reintegraran al Club, y en esto me ayudó mucho Ambrosio Jiménez, para convencer a Antonio Plasencia y a Ignacio González, que en paz descanse, los otros propietarios”.

(Hemos tenido un recuerdo especial para Ignacio González. Un día hablaré, largo y tendido, de lo que le ocurrió en la cárcel donde murió. Tiempo al tiempo. Paulino se refiere a la sintonía perfecta con las peñas y de que los medios de comunicación están ayudando, como nunca había ocurrido. Y me habla del defensor del aficionado. Y todo eso es bueno, porque el fútbol puede ser también parte de la identidad de un pueblo. Y el Tete despierta sentimientos. Hablamos de Juan Padrón, que llenó las islas de campos de fútbol para hacer cantera y lo trataron de puta pena, tras su gran labor en la Federación Tinerfeña de Fútbol y también en la Federación Española).

-El otro día estuvo aquí Jorge Valdano, a recoger la insignia de oro y brillantes. Este hombre es también parte de la historia.

“Por supuesto que se la debíamos. Tras el partido contra el Español del otro día me llamó para decirme que el equipo era sacrificado, competitivo y bien estructurado. Esto, dicho por quien lo dijo, es para nosotros un rayo de optimismo. Ya verás que estaremos entre los seis primeros en esta Liga. Tenemos que ilusionar a la gente y, si es posible, subir”.

-¿Vale la pena el gran esfuerzo que hacen con el fútbol femenino?

“Por supuesto. Mantenemos equipos en todas las categorías. Hay que luchar por la igualdad y trabajamos en ello con decisión y con convencimiento”.

-Y mantienen otras secciones, prácticamente desconocidas, ¿no?

“También estamos con los equipos minoritarios, los de personas con discapacidades que compiten en torneos locales y nacionales. Es nuestra contribución a integrarlos plenamente en la sociedad. No sabes lo que agradecen estas personas que el Tenerife se ocupe de ellas, ni la ilusión que tienen”.

-¿Cuánto gana un jugador del primer equipo, Paulino?

“Existe un salario mínimo, que son 90.000 euros por temporada. El máximo varía, no voy a entrar en detalles porque, además, se trata de un asunto de mercado; es muy fluctuante”.

-¿Crees que acertaron con Garitano?

“Creo que es un entrenador a la medida del Tenerife, que nos dará muchas satisfacciones”.

-Hablando del fútbol femenino. ¿Se solucionó el conflicto con el Costa Adeje Tenerife, el equipo femenino de Primera División?

“Hay buena sintonía en este momento. Han firmado un convenio con el municipio de Adeje y saben que, de acuerdo con el Cabildo y con nosotros, pueden jugar los grandes partidos que deseen en el estadio Heliodoro Rodríguez López”.

-Por cierto, ¿eres partidario de un nuevo estadio fuera de Santa Cruz?

“No, no hace falta, pero sí que es necesaria una gran reforma del Heliodoro, que es un estadio urbano, muy cercano para la gente. Pero ya tiene 100 años y se nos ha quedado viejo. Existe un compromiso con el Cabildo para la reforma”.

-Este es el momento, ¿no crees?

“Sí, porque en 2025, el Heliodoro celebrará su centenario y esa sería la fecha de reinaugurarlo. Pero disponemos de poco tiempo porque esas obras son complicadas. Hacen falta también éxitos deportivos para que la inversión tenga sentido y sea rentable”.

-Creo que están llegando a acuerdos con empresarios aficionados al Tete, para obtener diversos suministros.

“Vamos paso a paso. Ahora hemos negociado suministros con la bodega Linaje del Pago, con la familia Gómez, para el abastecimiento de los palcos. Y vendrán más. Ya te digo que nuestro proyecto es integrar el Tete, cada vez más, en la sociedad de toda la isla de Tenerife y de las otras islas”.

-Tú has desempeñado tareas importantes en la esfera pública y en la privada. ¿Este cometido actual es más difícil?

“Vamos a ver, se sufre más con el fútbol que con la política, sobre todo por lo inmediato. El balompié es de hoy para mañana, la política supone algo a más largo plazo. El fútbol es trasversal, porque todo el mundo se encariña con su equipo. No existe tanto sectarismo como en la política, el fútbol es más sincero, priva el corazón”.

(Cuando Paulino Rivero presidió la Comisión del 11 M, tras los atentados de Atocha, España no tenía experiencia en terrorismo internacional, en terrorismo islámico. Sabían los investigadores mucho de ETA, pero necesitaban prepararse para lo que venía detrás. Tres meses después de los atentados se constituyó la comisión parlamentaria más importante de la democracia, después de 193 muertos y dos mil heridos en Atocha y en las otras estaciones de Madrid. Paulino presidió esa comisión, con acierto, dedicación y con un gran apoyo de los portavoces del PSOE, su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba, y del PP, Eduardo Zaplana. Aznar y Zapatero comparecieron: 13 horas cada uno, para informar. Aquella labor fue brutal. Paulino Rivero se convirtió en el congresista con mayor responsabilidad de la Cámara Baja).

-¿Cómo recuerdas todo aquello?

“Hubo momentos dramáticos, pero la comisión funcionó bien, se completó una gran labor y era muy difícil porque nosotros actuábamos en paralelo a la investigación policial y a las actuaciones judiciales. No fue nada sencillo, pero las conclusiones se pusieron a disposición del Parlamento”.

-Una vez en marcha la ciudad deportiva, con unas instalaciones modélicas, ¿han abandonado el Mundialito?

“¡No, qué va! Alternamos su uso, porque el Mundialito reúne condiciones climáticas excepcionales, hace menos frío que en Geneto. Pero todo tiene su aplicación y existe una gran actividad en ambas instalaciones”.

-La cantera. ¿Prioritaria?

“Absolutamente. Tenemos que formar a nuestros jugadores y fijarnos en otras fábricas también. No siempre va a ser Las Palmas quien se lleve a jugadores del Tenerife. Estamos intentando revertir eso, con algún resultado ya. Y, además, hemos montado una red de observadores, de captadores de jóvenes valores. La fábrica es necesaria para nutrir al Club de futbolistas y de otros para vender y recaudar fondos para nuestra subsistencia.

-La ley del fútbol, Paulino.

“Es la ley del fútbol profesional, efectivamente. Ahora organizamos en Geneto y en Los Cuartos (La Orotava) un campeonato internacional de jugadores sub 18, con participación de España, Portugal, Turquía y Rumanía. Siempre con la vista puesta en la captación de esos jóvenes valores”.

-Buenos proyectos, amigo. Y mucha suerte.

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