Hay personas que estornudan de forma casi inaudible y otras cuyo estornudo retumba en todo el espacio. La Real Academia Española (RAE) describe el estornudo como la expulsión violenta del aire de los pulmones, a través de una espiración forzada e imprevista, ocasionada por algún estímulo en la membrana mucosa. Pero hay una cosa que, quizás, no sabes acerca de cerrar la boca al estornudar.
Un estudio publicado en The FASEB Journal investigó las causas del estornudo y lo que ocurre cuando este no se ejecuta adecuadamente. El informe señala que, semejante a un ordenador, la nariz necesita “reiniciarse” cuando está bajo presión, y ese reinicio natural se activa mediante la potente presión del estornudo.
Los científicos, enfocándose en la sinusitis, determinaron que un estornudo efectivo recompone el ambiente en los pasajes nasales, evitando que las partículas nocivas inhaladas se queden atrapadas. Los estornudos ocurren gracias a señales bioquímicas que controlan el movimiento de los cilios, pelos diminutos, en las células que forran las cavidades nasales.
Frecuentemente, un único estornudo no basta. Como indican especialistas de Asisa, a menudo el primer estornudo solo logra despegar las partículas foráneas de la mucosa nasal. Se necesita un segundo estornudo, quizás más, para expulsarlas completamente. El estornudo final es indicativo de que el interior nasal está limpio.
Cuando estornudamos, la lengua se presiona contra el paladar, cerrando la parte posterior de la boca para que el aire se dirija principalmente por la nariz, eliminando los elementos que desencadenaron el estornudo. El característico sonido “tch” se produce por el contacto reflejo de la lengua con el paladar.
El motivo por el que nunca debes cerrar la boca al estornudar
Si te encuentras en un lugar donde estornudar sería inapropiado y sientes la necesidad de estornudar, ¿deberías contenerlo? Según Teresa Larkin y Jessica Nealon de la Universidad de Wollongong, en un artículo para The Conversation, contener un estornudo cerrando la boca o la nariz puede incrementar la presión en las vías respiratorias hasta 20 veces más que un estornudo normal. Esta presión debe desviarse y puede causar daños en los ojos, oídos o vasos sanguíneos. Aunque el riesgo es bajo, hay casos documentados de aneurisma cerebral, ruptura de la garganta y colapso pulmonar.
Así que, es preferible intentar evitar el estornudo, tratando las alergias o eliminando los irritantes cuando sea posible. Si no, asume tu manera única de estornudar y hazlo en un pañuelo de papel.