cultura

Cuerpo Sur trae a La Granja una ‘performance’ que viaja a la Patagonia chilena

‘Bailar el paisaje’, que se escenifica hoy sábado, sitúa al público en el propio escenario para que forme parte de una pieza que invita a reflexionar sobre el concepto de hogar
'Bailar el paisaje' se escenifica a las 20.00 horas. / DA

Inspirada en la cultura de Chiloé, isla de la Patagonia chilena en la que tienen por tradición mover casas de una isla a otra, llega hoy sábado (20.00 horas) a Tenerife Bailar el paisaje, de Cuerpo Sur. Se trata de una performance teatral participativa que sitúa al público en el escenario y que invita a reflexionar sobre la idea de casa y hogar. Se podrá ver en el Espacio La Granja de la capital tinerfeña.

La pieza fue encargada por el Ministerio de Cultura de Chile a la compañía formada por Luis Guenel y Ébana Garín, actores que tienen en común su búsqueda por nuevos lenguajes escénicos para desarrollar temáticas vinculadas a la memoria, el territorio o la identidad.

En ella, parten de las tejuelas (tejas) de madera de una antigua casa chilota en ruinas para desarrollar una experiencia colectiva donde las preguntas en torno a lo que es un hogar y cómo construir comunidad están en el centro de la investigación.

Con ello invitan a refl­exionar sobre cómo el “capitalismo avanzan globalmente a una velocidad aterradora, homogeneizando las identidades locales, tendiendo a sanear las huellas de los individuos en nombre de un supuesto progreso, eliminando poco a poco la humilde casa rural y la pequeña tienda de la esquina para dar paso a una arquitectura moderna que solo sirve al consumo”.

“¿Cómo puede dialogar la arquitectura territorial tradicional con identidades locales con un presente obsesionado por la restauración y el aburguesamiento que pretende convertir nuestros recuerdos en un espectáculo?”, se cuestionan.

En su opinión, “el ser humano no puede vivir solo, necesita lazos, paisajes, encontrarse o perderse en ellos. Al fin y al cabo, un hogar se hace con otros, con la comunidad, con los vecinos. ¿Qué futuro estamos construyendo cuando agotamos nuestros recursos naturales, borramos nuestra memoria y nos sometemos a una productividad incansable?”.

“En una época obsesionada por el progreso, queremos refl­exionar sobre las ideas de casa y hogar, ese espacio al que nos hemos recluido y desde el que podemos imaginar los tiempos venideros, cómo construir comunidades y restablecer nuestro tejido social”, añade el colectivo.

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