“Hay mucha necesidad en familias que acuden a las ONG en busca de ayudas básicas para sobrevivir, sobre todo migrantes que aún no tienen los documentos”, manifestó ayer a este periódico Ana Fernández, presidenta de la Asociación Virgen de la Esperanza, fundada hace 14 años por un grupo de mujeres en San Isidro (Granadilla de Abona) para ayudar a las familias más afectadas a raíz del estallido de la gran recesión económica en 2008.
La ONG granadillera, que reparte cada jueves en su local bolsas con productos no perecederos y alimentos frescos, afronta estos días la inminente campaña de Navidad, que un año más incluirá el reparto de juguetes y turrones entre los usuarios. Tampoco faltarán las “mantitas” y “algún perfumito” que los voluntarios de la organización llevarán a los domicilios de los mayores que viven solos o las personas con problemas de movilidad, explicó Ana Fernández, porque, subrayó, “en estas fechas los mayores vuelven a ser niños”.
La presidenta de la ONG granadillera recordó que se avecinan días “especiales y emotivos”, pero remarcó una frase: “la necesidad dura todo el año”. Agradeció la aportación del Banco de Alimentos, que definió como un “pulmón clave” para los colectivos que reparten productos de primera necesidad entre la población, así como a la Fundación Dinosol y Mercadona por las aportaciones que realizan periódicamente.
Igualmente, expresó la satisfacción de la organización por las donaciones que llegan de particulares, entre ellos, la de “un señor que cada 15 días nos trae ocho cajas de leche semidesnatada para repartir entre las personas mayores y las familias con niños”.
Aunque la situación, reconoce, sigue siendo complicada para numerosas familias del Sur, la Asociación Virgen de la Esperanza detecta un panorama “algo más tranquilo” con respecto a los dos años posteriores a la pandemia, debido al buen momento turístico que vive el sur de Tenerife, lo que se traduce en un mayor número de puestos de trabajo tanto directos como indirectos, indicó.
Ana Fernández reclamó también un mayor respaldo de las administraciones públicas porque, enfatizó, “las ayudas básicas que entregamos a las familias más necesitadas no nos caen del cielo”.
CRUZ ROJA
Asimismo, Cruz Roja ultima su operativo para las próximas fechas navideñas en la comarca de Abona. La institución humanitaria busca en estas fechas padrinos y madrinas, en colaboración con el Ayuntamiento de Granadilla de Abona, que garantice que al menos 250 niños y niñas de la comarca reciban juguetes. Esa fue la cantidad de menores beneficiados por la campaña desarrollada el año pasado y es la previsión que maneja la organización para la presente edición.
Además de atender la ilusión de los más pequeños, la prioridad de Cruz Roja continúa siendo la de responder a las necesidades básicas de la ciudadanía, es decir, proporcionar alimentos y productos para la higiene personal.
Fuentes de la organización calificaron la situación actual de “bastante complicada” en la comarca debido al notable incremento del precio de los alquileres de las viviendas y también al encarecimiento del coste de la cesta de la compra, que están “asfixiando” a muchas familias en la zona meridional de la Isla.
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