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Un camaleón que se transforma en desarrollo en África

Un grupo de senegaleses creó en 2017, en Tenerife, la Asociación Camaleón África, con la que recauda fondos para un consultorio, una piscifactoría, proyectos agrarios y otros en Senegal
Un camaleón que se transforma en desarrollo en África

El pasado jueves, 16 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Tolerancia y esa es una palabra no solo imprescindible ante el creciente racismo que se palpa en Canarias y España por el fenómeno migratorio, sino que moviliza a personas a unirse y cooperar en pro de la mejora de las condiciones de vida de diversos colectivos y la sociedad en general. Es el caso, por ejemplo, de la Asociación Intercultural Nacional e Internacional Camaleón África, surgida en 2017 en Tenerife y que, desde entonces, impulsa la recaudación de fondos para mejorar el centro de salud de Netteboulou (en el interior de Senegal), una piscifactoría en este país africano, iniciativas de desarrollo agrícola y otros proyectos con los que dar oportunidades a los jóvenes y al resto de senegaleses para no tener que emigrar y poner en riesgo sus vidas en el mar.


La entidad la preside Jean Gknor, uno de sus fundadores y con varias décadas en la Isla, y el actual secretario general es Idrissa Sagna, que llegó hace tres años. Según remarcan, la principal razón de ser de Camaleón África es contribuir todo lo posible, humilde pero sinceramente, a dar motivos a senegaleses y, en el futuro, a africanos de otros países a no tener que migrar, sino a desarrollar sus proyectos vitales en sus pueblos, en sus comarcas y países.


De las iniciativas que tienen en marcha, ambos remarcan la relevancia de esa mejora del consultorio de Netteboulou, que cubre a una población de unas 23.000 personas y que solo cuenta con un médico. “Tenemos el edificio, pero sin agua, sin luz, sin equipamiento… Es un proyecto piloto para, por ejemplo, poder atender mejor a las mujeres que paren, pues hay mucha mortalidad de recién nacidos porque simplemente no disponen de agua (muchos en Senegal no acuden a hospitales, sino que recurren primero a remedios caseros, pero, al llover, hay mucha malaria y otras enfermedades)”, indican.


Además, y por el efecto que está teniendo el paso por los caladeros senegaleses y de otros países de grandes empresas de pesca de China y otras potencias, promueven una piscifactoría que facilite a los jóvenes aprender y apostar por esta actividad, tan relevante de siempre en Senegal, pero, ahora, en declive.


Asimismo, y dentro de sus proyectos 2023-24, abogan por iniciativas de avicultura y por el desarrollo de proyectos agrícolas y de otro tipo porque, según remarcan, lo más importante es que los jóvenes tengan oportunidades reales, empleo y motivos para no subirse a barcos y adentrarse en el mar. “El problema en Senegal y otros países de África es que los jóvenes no tienen nada que hacer, se aburren muchos días y acaban metiéndose en cayucos por esa falta de oportunidades”, subrayan.


En esta línea, recogen también material sanitario y escolar para llevarlos a Senegal y promueven viajes y voluntariado en el país africano desde España y, en especial, desde Canarias. La asociación cuenta ahora con una treintena de integrantes, en su mayoría llegados en los últimos años, que residen en la comarca del norte de Tenerife y, sobre todo, en el Puerto de la Cruz, donde tienen su sede en la calle Pérez Zamora.


Como uno de sus objetivos fundacionales es fomentar el intercambio cultural y social entre España y África (especialmente con Senegal), organiza con periodicidad talleres y actividades musicales, de danza (pasacalles, conciertos…), artísticos y de otro tipo. Se centran, sobre todo, en los jóvenes, en el intercambio de estudiantes de ambos países y luchan contra el racismo “a través de la cultura”, asesorando a los migrantes sobre su integración en España.


Aunque ponen especial énfasis en la cultura y la conciben como vehículo clave de integración y desarrollo cultural en España y África, la organización expande sus actividades a la educación ambiental, el deporte, los estudios, la salud y lo que llaman el “emprendimiento activo”, que no es otra cosa que el impulso de iniciativas de desarrollo personal y comunitario.

EL RACISMO SILENCIOSO


Tanto Jean como Idrissa no esconden el racismo que han sufrido desde que viven en Tenerife. De hecho, entienden a compatriotas que, como ellos, se han asentado en la Isla y prefieren no dar su nombre, salir en fotos y explicar su vida (tal y como DIARIO DE AVISOS ha intentado en vano en las últimas semanas con algunos casos) por temor a represalias laborales y de otro tipo. Según subraya Jean, lo peor no es ni siquiera los racistas que insultan y dejan clara su visión, “sino ese racismo y rechazo silencioso de una mayoría que no te dice nada, pero que tampoco hacen nada con nosotros: ni nos integran ni nos aceptan, y no solo por el trabajo, sino en otras cuestiones. Hay mucho miedo”, explica.


A su juicio, Europa debe dar visados a los africanos, pero, sobre todo, contribuir al desarrollo de África y evitar así que la gente arriesgue su vida en el frío mar. “Hay que regularizar la migración, pero no se ha hecho ese trabajo y es contraproducente para la propia Europa porque África no siempre va a estar tendiendo la mano. Sale mucho dinero desde la UE para tapar la migración en nuestro continente, pero se pierde porque no se usan los canales adecuados. Europa tiene muchos intereses en África y la ha explotado, pero el error es no ayudar de verdad a su desarrollo”.


Jean Gnkor y Idrissa Sagna remarcan que la mayoría de senegaleses que llega a Canarias por mar se va a la Península y, sobre todo, a Francia por hablar francés, tener amigos o familiares allí. “La asociación –explica Gnkor- nació no solo para abordar la migración, sino para fomentar el intercambio cultural, pero, con el tiempo, se ha acabado hablando solo de la gente que llega. Ese fenómeno va a seguir, va a ir a más, pero creemos que la clave pasa por ofrecer desarrollo en África, por arreglar sus problemas de verdad allá, no aquí. Pasa por dinamizar las oportunidades para los trabajadores porque, por ejemplo, muchos migrantes que llegan a Europa quieren formarse para volver allá”.

Necesidad de un censo verosímil de senegaleses en el Archipiélago

Jean Gknor e Idrissa Sagna consideran imprescindible que el consulado de Senegal en Canarias, ubicado en Las Palmas, elabore, con la máxima colaboración de las instituciones españolas e isleñas, un censo de senegaleses que viven regularmente en las Islas lo más completo y realista posible. Según lamentan, a entidades como la que impulsan les resulta muy difícil dirigirse a sus compatriotas por la falta de datos, algo que les facilitaría el asesoramiento legal, las ayudas y, en definitiva, coordinarse y organizarse ante cualquier contingencia o necesidad.

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