cultura

Zálatta: un argumento de puro teatro que se extiende por los últimos 35 años

La compañía, que tiene su sala en Las Mercedes (La Laguna), plantea entre sus objetivos contribuir a mostrar, dentro y fuera del Archipiélago, el arte escénico hecho en Canarias
Imagen de una representación de 'La fosa'. / DA

Una mirada amplia, diversa, no excluyente. Que presta atención al interior, pero también siente interés por lo que ocurre más allá. Para encontrarse, dialogar y, en definitiva, buscar un enriquecimiento mutuo a través de las artes escénicas. Así describe Telesforo Rodríguez, director, actor, productor y, a veces, autor, el punto de partida y la razón de ser de Zálatta Teatro, que fundó hace 35 años junto a la actriz, cantante y productora Eva González.

Telesforo Rodríguez. / DA

Al abordar este itinerario que se inició el 15 de noviembre de 1988, Rodríguez alude a una ruta que ha comprendido, que comprende, varias etapas. “La inicial consistió, básicamente -explica en una charla con DIARIO DE AVISOS-, en la formación de la compañía. Comenzamos a desarrollar una serie de cursos que nos permitieron ir contando con un elenco y que, a su vez, hizo posible escenificar nuestra primera producción, El principito, basada en el libro de Antoine de Saint-Exupéry”.

A partir de ahí, detalla, llegarían otros montajes, como Todo en directo (Telesforo Rodríguez, escenificado en 1992), ¿Piojos o actores? (José Sanchis Sinisterra, en 1999) o Destino inesperado (Margarita Méndez, en 2002). Ese proceso culminaría en 2005, cuando Zálatta se convirtió en compañía profesional.

Una puesta en escena de ‘El perro del hortelano’. / DA

RECORRIDO INTERNACIONAL

Tras dar ese paso, el grupo se integra en los circuitos profesionales de Canarias y da el salto a la Península. “Justo ahí -explica Telesforo Rodríguez- también empezamos a presentar nuestro trabajo fuera de España. Uno de los primeros viajes que emprendimos fue a Argentina, al Festival Iberoamericano de Teatro de Mar del Plata”. “Estas giras internacionales generaron una serie de vínculos entre compañías, que con el tiempo dieron como fruto la Red de Escena Iberoamericana, de la que formamos parte alrededor de una docena de proyectos teatrales, con salas y festivales, de España, Portugal, México, Brasil, Colombia y Argentina”, agrega.

Con la llegada de 2017, la compañía tinerfeña crea su propio escenario, Zálatta Espacio Escénico, en Las Mercedes (La Laguna), donde escenifica sus producciones y también se ponen en pie las de otras compañías. Unos años antes, en 2014, el proyecto teatral había comenzado a engrosar la lista de espectáculos, y a recuperar trabajos anteriores, que conforman su repertorio. Todos ellos, dentro del pequeño y mediano formato y, además, muy variados entre sí.

Imagen de la obra ‘La Elvira. Historia de un emigrante’. / DA

“No tenemos una línea argumental, por decirlo de alguna manera, preestablecida -expone Telesforo Rodríguez-, aunque si hubiera que señalar un denominador común, podríamos hablar de unas propuestas teatrales en las que habitualmente la situación de la mujer cobra protagonismo”.

La etapa actual viene marcada en Zálatta por el desarrollo de proyectos que se adentran en el teatro histórico, “tanto en lo que tiene que ver con Canarias, por ejemplo, con las obras Entre penas y sonrisas (José Luis García) y La Elvira. Historia de un emigrante (Miki Galbán), como de forma más general, con Curie-Campoamor (Telesforo Rodríguez) o La fosa (Pedro Carrasco Garijo).

EL PASADO Y EL PRESENTE

“Además de dar voz a las mujeres -señala Rodríguez-, nos interesa el teatro popular, esa idea de dar a conocer la historia para que no se repitan las tragedias y los errores del pasado. Tratamos temas históricos con el objetivo de que repercutan en el presente, en la sociedad contemporánea”. “En La Elvira. Historia de un emigrante -añade- abordamos la emigración clandestina de Canarias a Venezuela. Nos parece interesante, porque ahora, cuando mucha gente se juega la vida para llegar a las Islas, en ocasiones da la sensación de que nos olvidamos de nuestro pasado”.

Telesforo Rodríguez, en la puesta en escena de ‘La Elvira. Historia de un emigrante’. / DA

Otra cuestión esencial, sostiene, es la creación de nuevos públicos: “Trabajamos con los centros de enseñanza porque creemos que falta público joven en las salas de teatro. Eso nos lleva a no emplear un código único, sino a tocar varios palos, como una manera de motivar a la gente para que acuda al teatro”.

Un teatro que no quiere mirarse al ombligo, sino que crea lazos con otros proyectos, insulares, nacionales e internacionales, como una forma de aprendizaje mutuo y de encuentro. En este camino, concluye Telesforo Rodríguez, resulta imprescindible la colaboración de las administraciones públicas, “para que apuesten por el teatro en Canarias y, también, para que sea posible mostrar en el exterior lo que se está haciendo aquí”.

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