El Lenovo Tenerife cayó derrotado por el Obradoiro (87-92) en un partido raro, en el que en la segunda mitad los locales bajaron mucho sus prestaciones (solo 32 puntos, casi tantos como en el primer cuarto) y en el que las 16 faltas señaladas dieron alas a los visitantes, que siempre creyeron. En las cuentas para la Copa del Rey el resultado, qué duda cabe, es un revés importante.
La segunda falta de Artem Pustovyi fue una buena noticia para el Lenovo Tenerife, pero con y sin el ucraniano, Shermadini lideró a los suyos (13-5) antes de que Moncho Fernández tuviera que parar por primera vez el duelo con 16-5. Gio llevaba siete tantos; Sasu, seis.
Al final del primer cuarto el 29-20 se antojaba algo corto respecto al juego desplegado en la pista. El 6 de 7 en triples era demoledor.
Cuando Obradoiro logró recortar diferencias, situándose a solo seis tantos, pero, entonces, llegó uno de esos momentos del Lenovo Tenerife en los que entra casi en catársis, en los que se afana por destrozar a su rival desde el interior y el exterior, en ataque y defensa, volviendo a ponerse 36-25.
Los gallegos no se rindieron en ningún momento -su mayor virtud hasta ese momento-, pero el Lenovo Tenerife, que mantenía un 9 de 12 en triples (75%) resultaba arrollador al descanso (56-44).
Se mostró incómodo el Lenovo Tenerife en el inicio del tercer cuarto con Artem Pustovyi referente (57-54). La mejoría visitante provocó cierta impotencia al equipo local , más tras una técnica mostrada a Doornekamp (59-59), mientras los santiagueses lograban ponerse por delante en el marcador (60-61).
La manga acababa con 72-69 y con 10 personales señaladas al Lenovo Tenerife. Una barbaridad. El Obradoiro, en este cuarto lanzó 14 tiros libres.
Un tiempo muerto de Moncho Fernández con 80-73 volvió a cambiar la dinámica del duelo tras una buena salida de los canaristas. El marcador se fue al 80-83 a poco más de dos minutos para acabar el partido. En medio, minutos eternos para los locales a la hora de anotar.
Al rescate, Huertas. El brasileño anotó dos tiros libres (82-83) y Howard respondió (82-85) ante lo que Huertas hizo lo propio (84-85) y Scrubb anotó de tres (84-88) para lo que Marcelinho, otra vez, tuvo que dar la cara (86-88). Pero Howard quería ser la clave. Dos tiros libres suyos (86-90) encarrilaron la victoria para un equipo, el santiagués, que se llevó el premio a la constancia del Santiago Martín (87-92).