cultura

El arte místico de Cristino de Vera se materializa en Roma

Las fundaciones del artista y CajaCanarias, el Ejecutivo regional y el Instituto Cervantes presentan en Italia ‘Eremita de la pintura’, una exposición que reúne 31 obras del periodo 1957-2004
La exposición de Cristino de Vera se podrá visitar en Roma hasta el 4 de mayo. / DA

La Fundación CajaCanarias, el Gobierno de Canarias, la Fundación Cristino de Vera y el Instituto Cervantes presentaron ayer en Italia la exposición Cristino de Vera. Eremita de la pintura, que se podrá contemplar desde hoy y hasta el 4 de mayo en la Sala Dalí que posee esta última entidad cultural en Roma (Piazza Navona, 91). Comisariada por Juan Manuel Bonet, la muestra está conformada por una selección de 31 obras, entre pinturas y dibujos, realizadas entre 1957 y 2004, lo cual permitirá al visitante conocer la poética silenciosa que embarga el trabajo de uno de los creadores más relevantes de la historia del arte español a partir de la segunda mitad del siglo XX.

El encuentro informativo contó con la presencia de Ignacio Peyró, director del Instituto Cervantes de Roma; Juan Manuel Bonet; Horacio Umpiérrez Sánchez, viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno regional, y Margarita Ramos, presidenta de la Fundación CajaCanarias y la Fundación Cristino de Vera.

Ramos destacó que la muestra se inscribe en la línea de actuación de ambas entidades para poner en valor el compromiso con la cultura y la historia del arte en Canarias. “Hoy -señaló- Cristino de Vera, a sus 92 años, vive con entusiasmo e ilusión la idea de ver su obra expuesta en esta preciosa Sala Dalí. Quiero agradecer de manera muy especial la colaboración del artista y de su esposa, Aurora Ciriza, para que esta exposición sea una realidad”.

Autoridades y organizadores presentaron este miércoles la muestra. / DA

GIORGIO MORANDI

Medalla de Oro de Canarias en 1996, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1998, Medalla de Oro a las Bellas Artes en 2002 y Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación en 2005, en Cristino de Vera, expuso Bonet, se percibe la influencia de la obra de Giorgio Morandi, que también se refleja en artistas como Tàpies, Rothko, Clyfford Still o Gonzalo Chillida.

“Pintor de la luz y del silencio, practica el arte de la repetición, del asedio, de la variación sobre unos pocos motivos, y su obra cristalina posee un intenso sustrato espiritual”, detalló el comisario de este proyecto, quien resaltó igualmente la ilusión que supone para Cristino de Vera volver a Roma, una ciudad esencial en su formación, ya que estuvo allí en 1962 gracias a la beca que le concedió la Fundación Juan March.

El proyecto expositivo reúne una selección de 31 obras, entre pinturas y dibujos. / DA

LA EXPOSICIÓN

Cristino de Vera. Eremita de la pintura es la primera individual italiana del creador tinerfeño (Santa Cruz de Tenerife, 1931), un solitario del arte. La retrospectiva reúne una cuidada selección de 31 obras, desde sus inicios en los años 50 hasta los más recientes dibujos a tinta china, ofreciendo un recorrido exhaustivo por su trayectoria. Esta muestra se nutre de las tres colecciones más importantes de las piezas del artista en el Archipiélago: la Fundación CajaCanarias, la Fundación Cristino de Vera y el Gobierno de Canarias, fruto de su generosidad hacia estas instituciones.

La exposición abarca un periodo creativo que va de 1957 a 2004. / DA

Los dos cuadros más antiguos datan de 1957. En uno de ellos, Monje, se advierte el impacto sobre el pintor veinteañero de Zurbarán, una escala obligada en sus visitas al Prado. La exposición ilustra su habilidad para retratar el paisaje castellano, pero también de su tierra natal, por ejemplo, con Ventana al sur de Tenerife (1984).

Aunque la narrativa de Cristino de Vera abarca más allá de los paisajes, destacando como agudo retratista, como se evidencia en la representación de su colega Antonio Quirós, que puede contemplarse en el espacio expositivo romano. Sin embargo, es en los bodegones donde despliega su corazón creativo. Varios de ellos, clasificados como vanitas, le otorgan merecida fama. La temática de la muerte permea toda su obra.

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