El lunes de Carnaval en Santa Cruz de La Palma lleva casi 60 años unido a los indianos. Por indiano conocemos al emigrante que salió en busca de mejor vida en las Américas y que retornó después de haber conseguido riqueza y prosperidad. Estos flujos migratorios se vivieron entre los siglos XVI y principios del XX. Cuba fue el principal destino de los palmeros. Cuando estos volvían con sus sueños de fortuna cumplidos, se les recibía con festejos a su llegada al puerto.
La fiesta carnavalera parodia ese momento histórico y aparece por primera vez en la década de 1920, cuando un grupo de amigos organiza el Desfile de Indianos. Este acto se consolida en 1966 cuando Los Indianos se integran en el programa del Carnaval. Y desde entonces, el lunes de Carnaval es una cita indispensable para miles de palmeros, la mayoría retornados, como se pudo comprobar de nuevo ayer, triplicando la población de la capital palmera, en una jornada cargada de polvos de talco, que se confundían con la vestimenta blanca, al son de la música cubano-canaria.
Así, Santa Cruz de La Palma se volvió a convertir ayer en la pequeña Habana para vivir uno de los Carnavales más singulares de cuantos se celebran en España, donde los sones y los guajiros, el sabor a ron, las ricas vestimentas, las maletas y el olor de los polvos de talco impregnaron a las más de 60.000 personas, que, según estimaciones de la Policía Local, participaron en el gran Desembarco de Los Indianos.
Una veintena de agrupaciones, orquestas, artistas y djs son los responsables de ambientar la jornada con más de 17 horas de música, arrancando desde las diez de la mañana para concluir a las cinco de la mañana, en diferentes espacios de Santa Cruz de La Palma, como el recinto central, las plazas de España, La Alameda, Santo Domingo o José Mata, y el entorno de la Recova, entre otros. El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Asier Antona, señala que, “al igual que lo hicimos en el siglo XX, cada lunes de carnaval, la capital palmera acoge con los brazos abiertos a quienes desde el muelle o el aeropuerto llegan para sentir nuestro carnaval. Aquí no nos disfrazamos, nos vestimos para la ocasión, porque las palmeras y los palmeros nos sentimos indianos”.
En todo momento primó la seguridad gracias al trabajo que están desempeñando los más de 160 efectivos de los diferentes cuerpos y agentes de seguridad desplegados en este día, incluso con la presencia de drones.
Si hay un personaje querido por su vivacidad y talante es la Negra Tomasa, que, un año más, fue recibida con todos los honores a las diez de la mañana en el puerto de Santa Cruz de La Palma por las autoridades de la Corporación local e insular, para saludar media hora más tarde a las personas que se concentraron en el entorno del recinto central.
La música no se hizo esperar y el casco histórico en el entorno de la calle Real, el Ayuntamiento de Santa Cruz y la plaza de España era auténtica ebullición con aires indianos hasta que, pasado el mediodía, este espacio céntrico de la capital se convirtió por un día en la plaza de La Habana. Un acto simbólico que contó con la presencia del embajador de Cuba en España, Marcelino Medina González, y la cónsul general de Cuba en Canarias, Elsa Agramonte Hernández, junto al alcalde, Asier Antona, y el concejal de Fiestas, Raico Arrocha.
De entre las diferentes anécdotas que se sucedieron ayer, cabe destacar la celebración de dos bodas civiles en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. Naira y Alejandro, una de las parejas que se dieron el “sí, quiero” dos días antes del Día de San Valentín, no podían evitar la emoción ataviados de indianos.
Minuto de silencio
Dentro de la jornada, el Consistorio de Santa Cruz de La Palma se sumó a la convocatoria de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a las 11.00 horas, donde los responsables de la Corporación y del Cabildo, junto a otras autoridades, guardaron un minuto de silencio en señal de duelo por el trágico fallecimiento en acto de servicio de dos guardias civiles en Barbate.