Canarias es Cultura comienza la próxima semana en Tenerife, para luego llegar también a Gran Canaria. Con el patrocinio de Promotur y el Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) del Gobierno autonómico, el nuevo festival se inaugura con Lorca por Saura, el último espectáculo que concibió para las tablas el cineasta aragonés Carlos Saura (1932-2023). Encabezada por María Peláe, esta producción se presenta el 9 de marzo en el Auditorio de Adeje (20.00 horas); los días 13 y 14, en el Teatro Leal de La Laguna (20.30), y el 15 y el 16, en el Teatro Víctor Jara de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (20.30).
-La poesía y la música tienen un vínculo muy cercano. ¿Cómo se ha acercado en este espectáculo a la obra de Lorca?
“Con mucho respeto y sintiendo que es un honor. Es un placer hacer una propuesta como Lorca por Saura, en la que encaja tan bien la música, el recitado, el baile, el cante… Un espectáculo que posee todas esas aristas y vertientes del arte”.
“Este proyecto llegó a mí con una llamada un día cualquiera, como suelen ocurrir todas las cosas importantes”
-¿Recuerda cuándo le propusieron protagonizar este proyecto, en el que canta, baila y ejerce de actriz? ¿Cómo fue ese proceso hasta dar forma a su personaje sobre el escenario?
“Fue una de esas llamadas que te hacen un día cualquiera, como suele ocurrir con todo lo importante. No me lo pensé dos veces y dije que sí a este viaje. Es un itinerario en el que he trabajado muchísimo. Primero, en aprenderme el guion, y después, en los ensayos, ya con los compañeros, de una obra que ya estaba montada. El año pasado la hizo la maravillosa India Martínez y yo he pretendido estar a la altura de ella. En ese objetivo hemos trabajado con mucha intensidad, para que el espectáculo fuese tal y como es hoy, que, al menos por lo que dice el público, es una gozada”.
-En ‘Lorca por Saura’ le acompañan Alberto Amarilla, Saturna Barrio y Antonio Bejarano. ¿Qué le aporta abordar un trabajo conjunto, una labor en equipo, frente a una propuesta en solitario? ¿Cómo se desarrolla esa colaboración artística?
“De alguna manera, he descubierto el mundo del teatro gracias a ellos. A los que están encima del escenario y también, por otro lado, a quienes se encargan de la iluminación, de la escenografía, de todos los aspectos técnicos que dan forma al espectáculo. Durante una semana, por ejemplo, estuve trabajando con una coach, Mónica, que es maravillosa, y gracias a ella he podido llevar el texto a mi forma de ser y de actuar. No me queda otra que aprender de todas estas personas, para que haya mucho de verdad cada vez que nos subimos al escenario”.
-De forma paralela, prepara ‘Al baño María Tour’ y participa en diversos festivales. ¿Le resulta complejo afrontar esta intensa actividad?
“En su momento fue complicado. De manera que me planteé, como dicen los flamencos, echarle papas, y así fue. El mes de enero resultó complejo. Se juntó el Benidorm Fest con el comienzo de Lorca por Saura, pero ha sido un revuelo emocional muy bonito. Si lo intento hacer aposta, no me sale. Por un lado, estaba cantando una canción, Remitente [el tema con el que participó en el Benidorm Fest 2024], a la vez que escenificaba diversas facetas de la vida de Federico García Lorca. Sin embargo, con ser dos proyectos distintos, no eran muy diferentes entre sí en cuanto a sentir y a sentimientos. Por eso decidí buscar el modo de que una experiencia le aportase a la otra y viceversa. Y ahora estamos terminando de montar la gira de Al baño María [que recibe su nombre del álbum de estudio que publicó el año pasado], que comenzaremos en abril. Así que todo se puede hacer, organizándose y con mucho trabajo. Aunque ojalá pueda sentarme algún día a tomarme una cerveza mirando al horizonte, algo que agradecería mucho [ríe]. Pero, bueno, ya eso vendrá. Mientras tanto, estoy muy feliz de tener todo este trabajo”.
“No me queda otra que aprender de todos mis compañeros, para que haya verdad cada vez que actuamos”
-¿Qué es lo mejor de la experiencia de subir a un escenario?
“Que siempre aprendo. Todo lo que ocurre en un directo te enseña más que 20 ensayos. Y eso mismo lo estoy descubriendo ahora también en el teatro. Al revivir un texto, te ocurren cosas que, por muy bien que te lo sepas, no dejan de sorprenderte mientras lo haces. Eso mismo ya lo he vivido y sentido, y lo sigo sintiendo, cuando hago conciertos con canciones propias, pero experimentarlo ahora con un texto, que encima encarna la vida de un artista tan grande como Federico García Lorca, está siendo un viaje emocional muy hermoso”.
-¿Puede compatibilizar los conciertos con su faceta de compositora o, en su caso, crear canciones requiere un tiempo y un espacio propios?
“Lo bueno de estar de gira es que no dejas de vivir experiencias. Siempre voy con el móvil tomando notas. Además, cuando estás viajando, todo se convierte en anecdótico. En ocasiones, tiendo a ver mi vida como El show de Truman: me salgo de mí misma y me pregunto a ver por dónde tira esta película. Intento siempre coger muchas ideas de todo lo que me va ocurriendo, para que después, cuando llegue al estudio, surjan cosas. Justo esta mañana me he repartido el trabajo con Alba Reig, que produce todos mis temas. Mientras ella se encargaba de parte de la producción del directo que presentamos en abril, yo me he ocupado en terminar unos versos para un single que saldrá más adelante. Así que nos vamos repartiendo, nos vamos repartiendo… y nos encontramos a la hora de comer”.
“Lo más agrio con ‘Remitente’ es que tuve que defender mucho su género, y luego ya me preguntaban por la canción”
-El flamenco, la canción de autor, la música tradicional… confluyen en usted. ¿Esta mezcla de intereses musicales surge de forma espontánea o es el resultado de una evolución, de un proceso de búsqueda?
“Es algo que ha ido surgiendo. Muchas veces, al hacer una canción, me pongo a analizarla, una vez que ya la he compuesto, y es ahí cuando encuentro los porqués. Me digo: ‘Ah, claro, esto te sale porque tú de pequeña escuchabas eso’, ‘porque has leído mucho acerca de esa temática’ o ‘fíjate lo que te ha afectado esto que te ha dicho tu amiga hace tres días’. Creo que es una mezcla de lo que supone estar viva y también de intentar ser una esponja con todo lo que me sucede y también con lo que ocurre a mi alrededor. De ir mucho a tablaos, a ver a compañeros y compañeras que son flamencos flamencos, porque yo siempre me he considerado una híbrida, por el respeto que les tengo; de la voluntad de aprender cada día y también de ser autocrítica surge esa mezcla. Hay cosas que salen espontáneas y otras que dan respuesta a un porqué, que tiene que ver con una evolución, con los años”.
-¿Existen diferencias entre una canción que compone para usted y una que va a interpretar otro artista o van naciendo independientemente de quién finalmente vaya a cantarlas?
“Eso lo tengo bastante diferenciado. De hecho, creo que es de las cosas más bonitas que te aporta la composición. Siempre lo comparo con la labor de una costurera que va haciendo un traje a medida. Hay veces que ese traje te queda bien a ti y hay ocasiones en las que supone un placer hacérselo a otra persona. Una de las mejores cosas que me han pasado como compositora fue el día que nos llegó a Alba Reig y a mí la grabación de No será de nadie, un tema que hicimos para Pastora Soler. Tras escucharla, nos miramos y nos dijimos que qué bonito el poder hacer eso y que luego te llegue cantado de esa manera tan preciosa. Eso es lo bello del arte: en el momento en el que sale de ti, ya no tiene por qué ser tuyo”.
-¿El flamenco ya está suficientemente reconocido entre el gran público o hay que seguir avanzando para que sea algo más que un género de prestigio, pero con un espacio de seguidores muy concreto?
“Mientras se siga dudando de esto, queda mucho por hacer. En estos últimos meses, con lo del Benidorm Fest, lo más agrio que me he podido encontrar al hablar de Remitente es que he tenido que defender mucho su género, para que ya luego me preguntasen por la canción, de la que había mucho que hablar. El resto de compañeros no tuvieron que defender el estilo de sus temas. Y todo esto lo digo partiendo de que soy, como digo, híbrida. Para hablar de flamenco habría que preguntarle a gente como Israel Fernández o a Diego del Morao. Pero por la parte que me toca, por ser aflamencada, aunque no sea cantaora, creo que queda mucho por hablar, porque a menudo todo se mezcla con connotaciones que poco tienen que ver con el flamenco”.