La administradora única de Radio Televisión Canaria, María Méndez, avanzó este lunes la inclusión de una instrucción que tendrán que suscribir las productoras que elaboren contenidos para el ente público con el objetivo de garantizar la libertad de expresión.
Una decisión que se adopta tras el episodio de censura que tuvo lugar la semana pasada durante la emisión en directo del programa Conecta Canaria, cuando le fue retirada la palabra al periodista Francisco Pomares “por órdenes de dirección”.
En ese momento, el comunicador trataba de hablar del caso en el que se investiga a empresarios por delito fiscal tras un contrato de material sanitario durante la pandemia.
Méndez ha reconocido este lunes en el transcurso de la Comisión de control de RTVC en el Parlamento de Canarias que se produjo “un episodio aislado de censura”, pero ha asegurado que ni en RTVC ni en las productoras externas existe la censura, ni se aplica ningún mecanismo de censura ni de presión con los periodistas, tertulianos o ciudadanos que se expresan en antena.
“Lo que vimos y escuchamos fue un episodio aislado de censura en el que se interrumpió la opinión de un colaborador”, un hecho “de naturaleza coercitiva que afecta a la libertad de expresión y que es inaceptable”, explicó.
Lo ocurrido “no es en absoluto ajeno” al ente: “Pido disculpas a la ciudadanía, en un episodio concreto su televisión no estuvo a la altura, se alejó de su compromiso de servicio público y de facilitar la libre expresión de opiniones”.
María Méndez señaló que en cuanto tuvo conocimiento del episodio requirió a la productora que asumiera su responsabilidad, tras lo cual la empresa sustituyó a la persona que dirigía el programa y al día siguiente dedicó una parte del programa a explicar este caso.
A partir de ahora, y a la espera de que se elabore un código deontológico de obligado cumplimiento interno y de las productoras contratadas, que está pendiente desde 2021, se va a incorporar una instrucción expresa en todos los contratos externos que compromete a garantizar la libertad de expresión y la separación de información y opinión en todos los contenidos, indicó la administradora del ente público.
También se van a reforzar las funciones del productor delegado de RTVC en los programas contratados para garantizar el cumplimiento de estos principios, en particular en los programas que proliferan en los que se mezclan las informaciones y las opiniones, sobre todo para evitar la difusión de desinformación.
Méndez afirmó que, aunque ha sido “un hecho aislado”, no puede volver a repetirse, porque afecta a la reputación y a la imagen de RTVC y de sus profesionales, y también a la de las productoras externas y sus profesionales.ervir para financiar medios de comunicación en vez de necesidades sociales.