En el dinámico mundo de la industria automotriz, los cambios son una constante. Además del impulso hacia tecnologías más ecológicas, como los vehículos eléctricos, el sector está inmerso en una continua integración de avances informáticos y tecnológicos digitales.
En un esfuerzo por mejorar la seguridad vial, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la obligatoriedad de varios avances tecnológicos en los vehículos matriculados a partir de julio de 2024. Entre estos avances se encuentra el Advanced Driving Assistant System (ADAS), un conjunto de software y aplicaciones propuesto por la Unión Europea.
El ADAS, diseñado para apoyar a los conductores en diversas situaciones, incluye programas para mantener el vehículo en el carril, regular la velocidad, detectar fatiga del conductor, actuar como piloto automático en travesías largas y responder ante emergencias, como frenado automático y detección de intoxicación por alcohol.
🟢Por reglamentación UE, todos los vehículos nuevos matriculados a partir del próximo 6 de julio deberán incorporar obligatoriamente una serie de #ADAS (Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción). Uno de ellos es el Asistente de velocidad Inteligente (ISA). Así funciona 👇 pic.twitter.com/PPQPhy03qL
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) April 6, 2024
Uno de los programas obligatorios, que ha generado debate entre los conductores, es el Event Data Recorder (EDR), similar a las cajas negras de los aviones. Este dispositivo, que será obligatorio en vehículos nuevos a partir del 16 de julio, ha despertado preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios.
Aunque el EDR no previene accidentes, registra datos relevantes para esclarecer las causas de un siniestro. Del tamaño de un teléfono móvil y ubicado debajo del asiento del conductor, este equipo graba parámetros como aceleración, frenadas, velocidad y revoluciones por minuto, actualizando la información periódicamente y deteniéndose temporalmente después de un evento considerado accidente.
A pesar de los temores sobre posibles abusos de privacidad, es importante señalar que el EDR no registra vídeos ni conversaciones, sino únicamente datos relacionados con la conducción y la seguridad del vehículo.
En última instancia, el EDR y otros avances tecnológicos obligatorios tienen el potencial de mejorar la seguridad vial y reducir accidentes, aunque persisten preocupaciones sobre su uso y privacidad.