Poco a poco, se van cumpliendo los plazos para que Santa Cruz de Tenerife recupere los terrenos que, en su día, albergaron a la industria más potente jamás instalada en el municipio y que supuso una fuente de empleo y riqueza para sus vecinos durante décadas y décadas.
Pero la Refinería que la Compañía Española de Petróleos, SA (Cepsa) ubicó en su momento a las afueras de la capital tinerfeña acabó siendo inexorablemente engullida por una urbe tan constreñida desde la perspectiva territorial que solo puede crecer hacia el sureste de la misma, y tanto los avances tecnológicos como los problemas de contaminación derivados de la misma han puesto fin a la pervivencia de esta planta para el tratamiento de los hidrocarburos, por otra parte la primera de sus características que se inauguró en toda España.
Como ha venido informando puntualmente DIARIO DE AVISOS, son tres las licencias solicitadas por Cepsa (y concedidas desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife) al objeto de desmantelar las unidades más complejas, a la par que llamativas, de la Refinería chicharrera.
La primera corresponde a la retirada de la unidad conocida como Merox (acrónimo de oxidación de mercaptanos, un proceso que sirve para eliminar los mercaptanos de productos refinados como queroseno y combustible de aviación) y de la torre de refrigeración.
La segunda licencia pasó por el desmantelamiento de los emblemáticos tanques de crudo 508, 509 y 510, tan visibles para cualquiera que entrase o saliera de la capital, tanto hacia el Norte como especialmente hacia el Sur.
La tercera, que es la que corresponde a la actualidad, tiene como fin el desmontaje de las unidades visbreaker (una forma ligera de craqueo térmico cuyo objetivo principal es reducir la viscosidad de los residuos de vacío), Hidrodesulfuración 1, Cotesa, Central Térmica y planta desmineralizadora.
En declaraciones a este periódico, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, confirma que “la Refinería continúa con su desmantelamiento y descontaminación. Hay que tener en cuenta que el proceso es lento porque es complejo, pero resulta indiscutible que se sigue avanzando para conseguir Santa Cruz Verde 2030, es decir, una nueva ciudad sostenible en Santa Cruz de Tenerife”, recalcó.
Historia
Fue el 26 de septiembre de 1929 cuando se constituyó Cepsa, que en sus inicios tenía concesiones en Venezuela y que, apenas un año después, planeó la creación de su Refinería “Tenerife” para dar salida a estas y futuras concesiones. La zona elegida distaba mucho de ser parte del núcleo urbano de Santa Cruz en los años 30 del siglo pasado, dado que, para llegar a la misma, había que transcurrir entre senderos flanqueados por las plantaciones de plataneras existentes donde ahora están la avenida de los Reyes Católicos o buena parte de La Salle.
La apertura de la Refinería supuso un hito para la sociedad santacrucera, al tratarse de la implantación de la industria más relevante conocida hasta entonces en toda Canarias. Se calcula que, en sus momentos de mayor esplendor, unas 1.700 familias progresaron gracias a los salarios generados, tanto directamente por los empleados contratados por Cepsa, como por los negocios que surgieron en la Isla en relación a los distintos productos derivados del refino. A esto hay que añadir las ventajas que supusieron los economatos de alimentación y textiles para los trabajadores de la Refinería, además de invertir en barrios como Buenos Aires en tiempos donde imperaba el chabolismo en los núcleos de Los Llanos y El Cabo.
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