Miembros de distintos equipos de la Guardia Civil han sido asignados para dar con el o los responsables de los sabotajes que han tenido lugar en la Montaña de Guaza después de que, un mes después, se repitiera la semana pasada un nuevo ataque contra las empresas que prestan servicio de telecomunicaciones al Sur de Tenerife, una de las más pobladas del Archipiélago.
De la gravedad de estos hechos da buena cuenta que, tras el segundo incendio acaecido en esta privilegiada atalaya geográfica donde se han instalado numerosos centros emisores y repetidores, miles de residentes en la zona de Las Chafiras y sus alrededores continúan desde entonces sin servicios elementales de telefonía móvil, radio y wi-fi.
Precisamente, Vodafone (una de las principales empresas de este subsector en las Islas) busca contra el reloj un remedio para retornar a la normalidad a sus abonados en la zona, por cuanto el incendio del pasado sábado destruyó por completo las instalaciones que prestaban tal servicio a dicha multinacional en esta parte de la Isla, mientras que cadenas de radio (entre las que figuran emisoras de ámbito estatal) han tenido que recurrir a generadores propios para evitar el corte de la señal.
Como ya informó DIARIO DE AVISOS, todo apunta a que, tanto este incendio como el acaecido un mes antes en el lugar, son fruto de una acción intencionada por parte de quien o quienes pretenden sabotear un subsector tan estratégico para la ciudadanía como son las telecomunicaciones. Así lo reconocen fuentes conocedoras de los hechos, que dan por cierto que, tanto lo sucedido el pasado 13 de marzo como la semana pasada, son obra del mismo o los mismos autores.
Distintos objetivos
Por lo que respecta a lo acaecido el mes pasado, entonces fue en el centro emisor de Retevisión donde se produjo un incendio que también tuvo consecuencias en los servicios de telecomunicaciones en el Sur de Tenerife.
En cuanto a las llamas declaradas en la noche del pasado sábado, arrasaron otro centro emisor, parte de la torre y varias antenas de una empresa contratada por compañías tan significativas como la ya citada Vodafone, lo que, sin duda, da una idea de que se persigue causar el mayor daño posible por motivos que sin duda se conocerán cuando los investigadores culminen su trabajo.
Lo cierto es que los daños son tremendos, a tal punto que el centro emisor afectado por el segundo sabotaje quedó inservible, de tal modo de que no hay reparación posible, como se puede advertir en la imagen que acompaña a estas líneas.
Un dato nada baladí consiste en que el acceso a lo alto de la Montaña de Guaza, justo donde se encuentran estas instalaciones tan fundamentales, no resulta precisamente sencillo, a tal punto de que los daños seguramente fueron mayores porque los bomberos tuvieron que subir extintor en mano, al no poder llegar a dicho emplazamiento sus camiones cuba, con el consiguiente retraso.