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Luis Tosar: “No puse demasiado interés en tener una carrera en Hollywood”

El intérprete gallego, ganador de tres premios Goya, ha participado en las IV Jornadas del Oficio Cinematográfico, en el marco del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria
El actor Luis Tosar es uno de los invitados del 23º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. / Tony Hernández

Por Benjamín Reyes / El actor Luis Tosar (Lugo, 1971) es uno de los rostros más reconocibles del cine español. En estos días se encuentra en el 23º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, donde ha participado en las cuartas Jornadas del Oficio Cinematográfico. Tosar se ha ganado el respeto del público y de sus compañeros de profesión gracias a títulos como Los lunes al sol, Te doy mis ojos o Celda 211, donde ha demostrado una gran versatilidad interpretativa, que le ha valido para hacerse acreedor de tres Goyas. Además, como productor apuesta por un cine arriesgado alejado del cine mainstream.

-¿Cómo ha afrontado estas Jornadas del Oficio Cinematográfico?

“Los actores estamos inmersos en unas dinámicas de trabajo en las que solo hablamos de lo inmediato y no hay tiempo para reflexionar sobre lo que significa de una manera profunda el oficio de cine e intentar hallar las razones de por qué uno se mantiene aquí después de tanto tiempo. Creo que estas jornadas son un recordatorio importante”.

-¿Cuál fue la película que como espectador le hizo decir: “Voy a ser actor de cine”?

[Resopla] “Creo que no hubo una película en concreto. Sí que recuerdo bien el momento en que decidí ser actor. Estaba actuando en una obra de teatro en el instituto y sentí que había algo que me unía de manera muy íntima a la actuación. Lo sentí de una forma muy profunda. Fue una etapa en la que estuve probando diferentes disciplinas artísticas. Ya había rodado cortometrajes con Jorge Coira [conocido por la serie Hierro] porque coincidimos en el mismo instituto”.

-Su primer largometraje fue el irreverente ‘Atilano, presidente’ (1998). ¿Qué recuerdos tiene de su debut?

“Tengo el recuerdo de trabajar con la gente de La Cuadrilla de una forma casual porque yo había hecho un casting para otra cosa. Fue mi primera visita a Madrid para trabajar en el cine. Fue entre impresionante y un poco provinciano”.

Luis Tosar, en las Jornadas del Oficio Cinematográfico de Las Palmas de Gran Canaria. / Marta Jordi Medina

-El éxito le llegó con ‘Los lunes al sol’ (2002), ¿qué representa esta película para usted?

“Representa muchas cosas en muchos aspectos de mi vida. Por un lado, está lo profesional, ya que marcó un cambio de dinámica en mi trayectoria. En el Festival de San Sebastián fue un éxito rotundo. Supuso conocer a Fernando León de Aranoa y a Javier Bardem, a los que me une una profunda amistad. Ahí empezó otra etapa vital”.

Ha trabajado a las órdenes de Icíar Bollaín en ‘Flores de otro mundo’, ‘Leo’, ‘Te doy mis ojos’, ‘También la lluvia’ y ‘Maixabel’. ¿Es el cineasta con el que más complicidad tiene?

“Probablemente. Con ella y con Daniel Monzón. Con los dos me une una gran amistad. Con Icíar empezamos a hacer cine desde una edad muy temprana. Flores de otro mundo fue mi primer papel importante. Mis encuentros con Icíar siempre han sido muy gloriosos. Es una cineasta que siempre me ha ofrecido terrenos incómodos que suponen magníficos retos interpretativos. Es algo que siempre le agradeceré. Siempre me coloca en un lugar en el que de entrada no quería estar, pero cuando he accedido a ello han resultado ser personajes maravillosos y han sido muy bien recibidos”.

-En 2006 trabajó en ‘Miami Vice’, de Michael Mann. ¿Los intérpretes españoles solo pueden encarnar a narcotraficantes en Hollywood?

“Ahí tenemos a Javier Bardem que hace de todo y lo hace estupendamente bien. Bardem hizo de narcotraficante en Collateral, pero luego decidió apostar por otro tipo de personajes y por eso ha tenido una carrera en Hollywood. Sí, es verdad que se da mucho este estereotipo. En mi caso, después de encarnar a un narco no quería volver a meterme en ese rol y tampoco puse demasiado interés en tener una carrera en Hollywood. No era algo que ambicionara. Me centré en los personajes maravillosos que me estaban ofreciendo aquí y luego perdí un poco comba. Es algo que ahora me parece superlejano”.

-Existe un consenso casi generalizado de que ‘Celda 211’ es su mejor interpretación. ¿Secunda la moción?

“El papel de Malamadre es un bombón para un actor. ¡Estaba ya tan bien escrito! Seguramente es el papel más reconocido, pero que sea el mejor lo dudo. En complejidad, te diría el Antonio de Te doy mis ojos y el Ibon de Maixabel. Y más difícil de hacer, interpretativamente hablando, Ventajas de viajar en tren”.

-¿Cuál ha sido la escena más difícil de rodar en su carrera?

“Quizá la escena más difícil de preparar, pero luego no de rodar, fue el reencuentro entre Ibon y Maixabel [Blanca Portillo] en Maixabel. Había mucha expectación. Luego a la hora de rodarla fue más placentero de lo esperado. Se me han complicado más otras escenas, a priori, más sencillas”.

-En su faceta como productor apuesta por títulos como ‘Crebinsky’ o ‘Psiconautas, los niños olvidados’. ¿Por qué le interesa este cine arriesgado?

“Cuando fundé la productora ZircoZine con Farruco Castromán, nuestro objetivo era levantar proyectos alejados del mainstream. Apostamos por proyectos independientes que lo tienen complicado para ver la luz. Hemos hecho una filmografía interesante y no hemos palmado mucha pasta. El rédito de este tipo de cine es residual. Tenemos vocación de hacer realidad películas que de otra manera no existirían”.

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