La escena fue captada ayer por nuestro compañero Álvaro Morales junto a la pasarela multicolor de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, justo al lado de la Cofradía de Pescadores.
Varias religiosas, con sus hábitos, se acercaron a la orilla, algunas incluso con ánimo de tocar el agua, mientras que el resto, a una distancia prudencial, se limitaba a mirar.
Ocurrió que, en ese momento, una ola sorprendió a las hermanas, mojándole a una sus extremidades inferiores.
Tengan cuidado, cristianas, que la próxima vez se pueden resbalar.