El Lenovo Tenerife volvió a demostrar su competitividad imponiéndose al Baxi Manresa (84-80) en otro partido apoteósico. Pese a las bajas, los de Vidorreta compitieron, supieron compartir el balón y, como siempre, Huertas apareció.
Primer cuarto
Buen intercambio de canastas en el arranque de partido en el que el Lenovo Tenerife, pese a sus problemas en el rebote, se mostró duro en defensa (10-5). Fue el dominio del rebote ofensivo (siete en solo cinco minutos y medio) lo que permitió a los manresanos no distanciarse en el marcador (10-8).
Pese a los 10 rebotes ofensivos de los visitantes la entrada de Kyle Guy fue clave para que los insulares lograran cerrar el primer cuarto con ventaja (20-13).
Segundo cuarto
Los de Vidorreta se marcharían de diez tantos (23-13) en el inicio de la segunda manga. Pero varios errores en ataque permitieron a los catalanes recortar diferencias (29-24) gracias a la inspiración exterior de Taylor.
Un tiempo muerto de Vidorreta surtió efecto. 34-24 antes de que el encuentro se igualara las cosas cuando su porcentaje exterior mejoró (43-40). De esa forma logró llegar al descanso con 45-43, de la mano de Dani Pérez.
Tercer cuarto
Manresa logró ponerse por delante (50-52) pero en otro arranque de carácter, porque las fuerzas empezaban a fallar, permitió al Lenovo Tenerife dar la vuelta a las cosas (59-56). En un cuarto con pocos puntos y menos puntería exterior el Canarias lograba competir.
Al final de la tercera manga los aurinegros seguían por delante (63-60).
Último cuarto
Un triple de Joan Sastre allanó el camino a los locales a falta de más de siete minutos para el final (70-62) pero cuando peor se vio, el Manresa logro apretar (70-68), apoyado en su poderoso rebote ofensivo y en esa capacidad para lanzar desde el exterior sin miedo alguno. Vidorreta tuvo que para el encuentro cuando quedaban poco más de cinco minutos para el final.
Marcelinho asumió el mando. El brasileño aceptó el reto de devolver cada golpe visitante y con una asistencia que aprovechó Abromaitis (80-74) dio un respiro a los suyos. Nuevamente no se hizo esperar la respuesta manresana (80-78) con solo un minuto por disputarse.
Guerra, bajo el aro, no falló (82-78) y Oriola hizo lo propio (82-80). Una falta sobre Huertas no señalada permitió al Manresa, a falta de 27 segundos tener posesión. En esa accion de Badio, otra vez, Abromaitis estuvo gigantesco en defensa, como lo había estado durante todo el duelo con Robinson.
El 84-80 hizo justicia para un equipo que, diezmado, volvió a dar una lección de competitividad.
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