Santa Cruz de Tenerife volvió a llenarse ayer de cruces y flores para celebrar los 530 años de su fundación, en el día grande de sus Fiestas de Mayo. Miles de personas aprovecharon la jornada festiva para salir a la calle y contemplar, en la rambla de la capital, las 35 cruces elaboradas por los centros escolares con materiales reciclados, así como las 12 realizadas con flores y elementos naturales por instituciones públicas y privadas en el Paseo de las Tinajas. Unas obras que se sumaban a las 14 cruces engalanadas por colectivos y asociaciones vecinales por los barrios locales.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, el primer teniente de alcalde, Carlos Tarife, y el concejal de Fiestas, Javier Caraballero, acompañados por varios miembros de la corporación, así como de otras instituciones, realizaron por la mañana un recorrido por las obras florales de la Rambla de Santa Cruz, junto con la Reina de las Fiestas de Mayo y el Mago y Maga infantil. “La ciudad cumple 530 años y lo hacemos felices, enramando las cruces en nuestros barrios, como la rambla, que luce de forma extraordinaria”, afirmó Bermúdez.
El arranque de este tradicional paseo institucional coincidió con la presencia de varios activistas que portaban una cruz amarilla “hecha por el pueblo: queremos Canarias libre de cemento”, recitaban al ritmo de las chácaras y con el claro lema de Canarias no se vende, muy coreado en la protesta del 20A.
Salir a pasear en familia y visitar las cruces de la Rambla es una tradición que se mantiene cada 3 de mayo, día grande de las Fiestas. A pesar de coincidir el día festivo ayer en la capital con el inicio de un puente, al ser viernes, desde media mañana podía verse la rambla abarrotada de gente para disfrutar del ambiente, contemplar la originalidad de las cruces escolares o la belleza de las flores de las enramadas, que eran objeto de centenares de fotos y selfies por parte de los paseantes, teléfono móvil en mano todos, en una agradable jornada en la que el buen tiempo acompañó pero sin el excesivo calor de otros años.
Por el paseo se podía ver a muchísimas personas mayores, pero también a gran cantidad de familias con niños pequeños, manteniendo así viva la tradición en las nuevas generaciones y disfrutando, especialmente, de las cruces escolares, que cada año ganan en vistosidad e imaginación. Desde cruces elaboradas con pelotas o robots hasta con temáticas tan diversas como la inclusión, el espacio, el mar, la música o los cuentos, entre otras. Una llamaba, en especial, la atención de los paseantes, que hacían corrillo a su alrededor, por la laboriosidad de su trabajo, con tradicionales casas canarias recorriendo la cruz. “Qué pasada”, “muy bonita”, se podía oír a más de uno comentar en su entorno.
Pero también muchos turistas, que se acercaban con curiosidad a las cruces para inmortalizarlas con sus teléfonos móviles, o disfrutar de la gastronomía o artesanía expuesta por los paseos del parque García Sanabria, en el marco de la XLVII Exposición Regional de Flores, Plantas y Artesanía, que estaba abierta y abarrotada también de gente paseando entre los 78 puestos de flores y plantas, gastronomía y artesanía, además de actuaciones musicales y actividades infantiles, como el emblemático Gorgorito de “Maese Villarejo”, y la Feria del Libro.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas