La implicación de José Miguel Garrido, máximo accionista del CD Tenerife y confeso defraudador fiscal, en el mediático caso Nummaria provocó en la jornada de ayer un profundo impacto y una honda preocupación en las instituciones políticas de la Isla. No es para menos teniendo en cuenta que el empresario madrileño admitió en el macrojuicio que defraudó a Hacienda en las declaraciones por el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) en los ejercicios desde 2011 a 2015, por lo que tendrá que abonar un total de 1,8 millones de euros. Rosa Dávila, presidenta del Cabildo Insular de Tenerife, fue contundente a la hora de expresar sus deseos: “Lo responsable por parte del propio señor Garrido sería dar un paso al lado y eso es lo que esperamos todos en las próximas horas”, expresó en declaraciones realizadas a DIARIO DE AVISOS.
Lo primero que hizo la referente principal del Cabildo fue afirmar su preocupación por el impacto en la imagen del club y de la isla por el procesamiento del máximo accionista blanquiazul. “El CD Tenerife es una Sociedad Mercantil, tiene sus accionistas y su independencia, pero indudablemente lo que ocurre en el club afecta a la Isla. Con la información que ha surgido, que se ha visto reproducida en muchísimos medios de comunicación a nivel canario y en toda España, hay una afección a la reputación de la Isla”.
Recordó Dávila que el maletar generalizado con José Miguel Garrido ya trasciende de la parcela meramente deportiva. “Ya son de otro calado, por lo que, como presidenta del Cabildo, tengo que expresar mi preocupación respecto a cómo afecta este asunto al nombre de Tenerife y del CD Tenerife”.
Igualmente admitió que el trabajo de acercamiento del club a la sociedad que está llevando a cabo Paulino Rivero se puede emborronar por las decisiones y actuaciones delictivas del propietario de la sociedad. “Se ha hecho un trabajo enorme en apenas un año. Se ha hecho un esfuerzo enorme con los clubes, por el deporte femenino, por el tinerfeñismo y por la integración. Paulino es una persona que siente los colores y esa es la pena de todo el trabajo que se está haciendo y que, luego, se ve manchado por las actuaciones de una persona”.
Además lanzó un aviso a navegantes referente al panorama acciionarial de la institución deportiva y al final deseo generalizado de avacuar del poder al emprendedor defraudador. “Garrido es el máximo accionista, pero no tiene todas las acciones. Vamos a ver lo que que sucede en las próximas horas y días para ver si esta situación tan compleja se resuelve”.
Reclama más amor por el club
No es la primera vez que la dirigente política pide que la persona que esté “al frente” del CD Tenerife “sienta y quiera los colores”.
En declaraciones a Cope Tenerife efectuadas el pasado 4 de junio, Dávila señalaba que le gustaría que las decisiones que tome el consejo de administración se hagan “de forma colegiada”.
Todo ello a raíz de la elección del granadino Óscar Cano como sustituto de Asier Garitano para el banquillo insular, tomada por el propietario del club, José Miguel Garrido, la cual provocó una seria controversia no solo en parte de la afición blanquiazul, sino entre otros accionistas de referencia de la entidad.