Las pensiones de viudedad y orfandad son esenciales para aquellas familias que pierden a sus principales sostenes económicos, enfrentándose no solo al duelo, sino también a una nueva y a menudo difícil situación económica. Ante esta realidad, la Seguridad Social está preparando una de las reformas más significativas en años, modificando el cálculo de estas prestaciones.
El Ejecutivo propone incluir los años cotizados por el fallecido en el cálculo de las pensiones de viudedad. Esta medida busca ajustar las pensiones a las nuevas realidades familiares y socioeconómicas de los beneficiarios. Sin embargo, algunos expertos advierten que este cambio podría reducir las prestaciones para los trabajadores con carreras de cotización más cortas, que suelen ser los más jóvenes.
A pesar de este posible recorte, el gobierno planea proteger mejor las pensiones de viudedad para los mayores de 65 años, ya que en muchos casos estas pensiones representan su principal fuente de ingresos.
El cambio propuesto implica que, en lugar de calcular la pensión de viudedad solo en base a un porcentaje de la base reguladora, se considerarán también los años de cotización del fallecido. Actualmente, la pensión de viudedad se establece principalmente en el 52% de la base reguladora, aunque puede llegar al 70% en determinadas circunstancias relacionadas con la situación laboral del fallecido y la causa de su muerte.
En los últimos años, el presupuesto destinado a las pensiones de viudedad en España ha aumentado, alcanzando los 2.100 millones de euros, beneficiando a unos 2,3 millones de personas en todo el país. Este gasto representa el 20% del presupuesto anual de la Seguridad Social en pensiones.
Cómo se calcula la pensión de viudedad en 2024
La pensión de viudedad es un derecho contributivo que se otorga al cónyuge o pareja de hecho del fallecido, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Para solicitarla, el solicitante debe ser cónyuge del fallecido y tener hijos en común, o bien haber estado casado por al menos un año antes del fallecimiento. Las parejas de hecho deben haber estado inscritas en el registro correspondiente al menos dos años antes de la muerte y haber convivido de manera estable durante cinco años.
En caso de divorcio, el ex cónyuge puede recibir la pensión si no ha vuelto a casarse y la pensión compensatoria se extingue con la muerte de uno de los cónyuges. Las personas con matrimonios declarados nulos también pueden acceder a la prestación bajo ciertas condiciones.
Actualmente, la pensión de viudedad se calcula aplicando un porcentaje a la base reguladora del fallecido. Esta base se determina a partir de las cotizaciones del fallecido y se utiliza para calcular las bajas laborales. El porcentaje estándar es del 52%, pero puede ser mayor en ciertos casos. Desde 2019, el porcentaje aumenta al 60% para beneficiarios mayores de 65 años sin acceso a otra pensión y con ingresos anuales inferiores a 7.707 euros. Además, puede alcanzar el 70% si existen cargas familiares y la pensión es la principal fuente de ingresos.
En casos de fallecimiento por enfermedad profesional o accidente laboral, la prestación puede incrementarse entre un 30% y un 50% si hubo fallos en las medidas de prevención de riesgos laborales de la empresa.
Es importante señalar que la pensión de viudedad es compatible con otras rentas del trabajo y con la pensión de jubilación, siempre que se cumplan los requisitos establecidos para cada una de ellas.